163. El diario de Zac (en el hospital)

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Me sentía bastante bien esa noche. Me había dedicado a leer un libro mientras Jason trabajaba en algo en su computadora. Me encontraba sobre el sofá tratando de relajarme. Ya había preparado la cena con ayuda de Jason, sólo me quedaba esperar a que Will y los demás llegaran. Entonces llamó Laura. Contesté y la puse en altavoz mientras le hacía a Jason un gesto con la mano para que se acercara. Él lo hizo.

— Laura, hola— dije feliz—, estás en el altavoz porque Jason también...

Pero se escuchaba que ella lloraba. Miré a Jason y él parecía tan confundido como yo.

— ¿Laura?— dije preocupado.
— Perdón— dijo ella entre sollozos—, pronto llegaré al hospital pero... quería disculparme porque... todo es mi culpa. No sabía que Jimi estaba en problemas. Debí darme cuenta. Nunca noté que se juntaba con malas personas... perdóname. Te defraudé a ti y a todos...
— ¿De qué hablas?— le dijo Jason preocupado.
— ¿Jason?— dijo ella.
— ¿Qué te pasa?— le dijo él.
— Pe... perdón— dijo, lloraba bastante—, pero no me di cuenta... no cuidé bien a Jimi...
— ¿Qué?— dije muy asustado.
— ¿Él cómo está?— dijo ella—, porque aquí sólo nos dijeron que lo encontraron muy mal pero tampoco saben bien qué le pasa...
pronto llegaremos al hospital. Sus padres están conmigo.
— ¿Jimi está enfermo?— dije muy angustiado.
— ¿Eh?— dijo ella sorprendida—, ¿No estás tú con él en el hospital?
— ¿Qué?— dije.
— Laura, ¿Qué está pasando?— le dijo Jason.
— Pero el jefe de policía le dijo al señor Scott que un amigo de Jimi estaba con él en el hospital porque sus padres no podían llegar rápido— dijo ella—. Pensé que hablaba de Zac.
— ¿Jimi está en el hospital?— dije muy sorprendido.
— ¿Us... ustedes no saben lo que pasó?— dijo ella.
— ¿Qué pasó?— dijo Jason.

Laura se quedó en silencio por unos segundos.

— No... no lo sé— dijo, se escuchaba que lloraba de nuevo—, no lo entiendo... pero Jimi no está bien...
— ¿Dónde se encuentra él?— dijo Jason.
— En... en el hospital donde trabaja Will— dijo ella con dificultad.
— Iré en un momento— le dijo Jason—. Nos encontraremos ahí y me contarás todo.
— De acuerdo— dijo ella, sonaba mejor.
— Llámame si sucede algo— le dijo Jason.

Después terminó la llamada. Se acercó al sofá y tomó su abrigo.

— Te quedarás con Neil y Alex— me dijo—, yo iré y te llamaré para decirte qué pasa...
— Tengo que ir— dije.

Me observó.

— No, ya es noche y recuerda que estás en recuperación— me dijo—. De seguro no es nada grave...
— Laura lloraba mucho— dije—. Sí es grave.
— No, probablemente no.
— Jason, tengo que ir contigo— le dije.
— Pero...
— Es Jimi— dije sintiéndome muy triste—. Tengo que ir con él.

Nos observamos.

— De acuerdo— dijo—. Hay que avisarle a Neil.

Tomé mi abrigo y Jason también tomó otras cosas. Salimos al pasillo. Fuimos al departamento de Neil pero estaba cerrado.

— Les enviaremos un mensaje luego— dijo Jason.

Fuimos al ascensor. Bajamos. Salimos, atravesamos la recepción y llegamos a la calle. Subimos a un taxi. Intenté llamarle a Will pero no contestó.

— Tranquilo, todo estará bien— me dijo Jason.

Llegamos. Habían muchos policías. Fuimos a recepción. Jason les dijo a quién íbamos buscando. Una mujer llamó a un policía. Él se acercó.

— Dígame sus nombres y preguntaré si pueden pasar— nos dijo.

Lo hicimos. Él llamó. Esperamos. Al parecer le dijeron que sí podíamos entrar así que nos pidió que lo siguiéramos. Tratamos de preguntarle qué pasaba pero dijo que no estaba autorizado para decirnos eso.
Fuimos por el ascensor. Bajamos. Ya en el pasillo, caminamos mientras pasábamos policías. Entonces vi que Alex y Neil estaban ahí. Me acerqué rápidamente a ellos con ganas pero me detuve cuando vi que Alex tenía sangre en la ropa. Incluso en su cara. Lo observé fijamente asustado. Sentí un vacío dentro de mí.

Rupturas de PasilloDonde viven las historias. Descúbrelo ahora