Rupturas de Pasillo

34. El diario de James (y el torneo)

Bran pasó muy temprano por mí para llevarme a la escuela junto a los demás. Al parecer ya todo estaba dicho: la noticia se esparció y ya muchos habían asegurado su participación. Aunque no eran tantos como pensé.

— Es que como la competencia es muy fuerte, no cualquiera se atreve a participar— dijo Bran—. Pero aún así será divertido porque los que sí pelearán son lo mejor de lo mejor. Ya quiero ver esto, todos quieren presenciarlo.
— Hay un sujeto llamado Shun con el que siempre quise pelear para ver quién es más fuerte pero como es muy cercano a Gerald jamás pude— dijo Rocky—. Es bueno que vaya a participar en esto. Ojalá me lo pueda encontrar.
— ¿Qué tan cercano es a Gerald?— pregunté.
— Como yo a Clint— dijo Bran—. Trabaja para él. Y no sé si esto te gustará pero Gerald dijo que quería ver a Shun pelear así que estará ahí siendo tan molesto como siempre.

Stefan me miró asombrado. Le dije que eso sucedería. Gerald se enteraría de lo que pasaría porque a diferencia de Clint que no le importaba la vida de los que trabajaban para él, Gerald solía interesarse por los demás aunque desconocía si de verdad le importaba o sólo era chismoso. Debió descubrir eso mientras su gente lo comentaba y como no había logrado vencerme antes vio su oportunidad. Shun era su competidor en eso de la misma forma en la que Rocky era el mío.

Ya en el salón de clases, Stefan de verdad parecía preocupado.

— Si Gerald gana, ¿No es obvio lo que va a pedirte?
— No ganará— dije.
— ¿Y si lo hace? ¿Cómo le explicarás eso a Clint? Es más, se enfadará simplemente cuando sepa lo del torneo.
— Encontraré una manera— dije—. No te preocupes, todo saldrá bien.

Peiné su cabello con mis dedos. Se veía molesto e irritado.

— Te prometo algo— le dije—. Hoy al final de todo, me iré a tu casa contigo sin importar qué pase.

Me miró sorprendido.
Después regresé mi vista a mi libro. No planeaba romper esa promesa.
Aunque yo no sabía todo lo que pasaría esa noche.

Las clases duraron toda una eternidad. Pero cuando al fin terminaron le pedí a Bran que me llevara a casa. Ya ahí me cambié de ropa (dejé el abrigo de Jack para que estuviera a salvo) y le pedí permiso a mi mamá para que me dejara quedarme con Stefan, a lo que ella se negó. Entonces busqué a papá. Él dijo que a su edad también se quedaba a dormir en casa de sus amigos y no le veía el problema a que yo quisiera hacerlo.

— Además tu amigo el pelirrojo hace muchas cosas por ti— agregó—. Siempre te trae y te lleva a la escuela, es muy considerado.
— Pero es un desconocido— se quejó mi mamá.
— Va en su mismo salón de clases— le dijo mi papá—. No es como si fuera un pandillero. Es un estudiante como Jimi.

¿Trabajar con Clint contaba como ser pandillero? Jamás lo había visto así. En todo caso ya les mentía mucho, otra cosa falsa no haría una gran diferencia.
Por la tarde Bran y los demás pasaron por mí. Letty se veía espectacular pero estaba muy concentrada en apoyar a Rocky. Al parecer él de verdad se estaba tomando en serio todo eso. Significaba que la competencia sería muy dura.

Llegué al lugar y había mucha gente. Nadie quería perderse eso. Fui a mi trono y me senté. Habían algunos sujetos enormes que yo no conocía. Pero también encontré rostros conocidos. Mich parecía tan concentrado que daba miedo. Al verme arriba se acercó. Rocky se estaba preparando abajo con Letty y Bran. Mich llegó hasta mí. Me observó detenidamente.

— Quiero decirte algo en privado— dijo muy serio.

Le pedí a Stefan que nos diera un poco de espacio. No quería pero se acercó a las escaleras. Nos vigilaba desde ahí. Mich me miraba y me causaba un poco de inquietud.