Luego de esperar unos minutos, Levi y Hange descendieron de la superficie de la muralla tras despedirse del comandante Pixis. El capitán ni siquiera lo saludó cuando se fue. A Levi no le agradaba en absoluto Pixis. Le molestaba su atrevimiento, la falta de responsabilidad y no entendía cómo alguien así de insolente y desagradable podía ejercer un oficio tan importante para la humanidad.
-Es un hombre muy inteligente -le había asegurado Hange, pero Levi dudaba de aquella afirmación.
En cuanto a la líder de escuadrón, ella se mostró respetuosa y agradecida por el gesto del comandante que los felicitó por los buenos resultados de la misión. Levi notó que Hange se lisonjeaba cada vez que la adulaban por su inteligencia y capacidad de liderazgo. No la consideraba una mujer a la que precisamente le importara lo que digan los demás. Estaba seguro de que le daba igual lo que el otro tenga para decirle en relación a su persona, pero sí creía que aspiraba al reconocimiento y por eso era tan trabajadora, detallista y meticulosa.
Estaban descendiendo lentamente por los andamios cuando Hange soltó:
-Estás en lo cierto -el asalto hizo que Levi desviara la mirada de la ciudad hacia ella. La capa le cubría prácticamente todo el rostro y solo se atinaba a ver su mentón alargado y redondeado. Ella, al descubrir su curiosidad y desentendimiento, le explicó-: Me he comportado como una idiota al lloriquear por Moblit. No puedo mostrarme débil. ¡Tengo que ser fuerte!
A Levi se le antojó deslizar su capucha hacia atrás y quitarle las gafas asquerosas que usaba para apreciar el movimiento de sus pestañas, pero reprimió el impulso y se quedó quieto.
No podía permitirse subyugarse a ese estúpido deseo. Sin embargo, tenía que admitir que le gustaba la forma en la que la chica expresaba sus emociones a través de la mirada. Nunca había reparado en que ella se bajaba y subía las gafas sin problemas hasta que descubrió que veía a la perfección y que solo usaba las gafas para protegerse de la sangre ácida de los titanes. Ella misma las había confeccionado, transcurrido los primeros meses en el cuerpo de entrenamiento.
Hange era increíblemente astuta, creativa e ingeniosa. A Levi le hubiese gustado poseer esa originalidad de la que ella nunca se jactaba, pero que desde ya era asombrosa.
El capitán se mordió el interior de la mejilla y maldijo por lo bajo. ¿Qué demonios estaba pensando? Apartó la vista de Hange, reprendiéndose así mismo por el cariz recurrente de sus pensamientos y optó por no replicar el comentario de su compañera. Ella estaba en lo cierto. No podía flaquear.
-Aunque, podrías haberte moderado un poco con Moblit -continuó la líder de escuadrón-. Por un momento creí que le arrancarías la cabeza de un bofetón.
-No controlo mi fuerza -mintió Levi.
Hange exhaló con exageración.
-No importa -dijo-. Me alegra que Moblit esté bien. Él es un gran compañero para mí.
A Levi el comentario le cayó tan mal como una fruta podrida y optó por no decir nada. Por su parte, Hange emitió un gemido exagerado (similar al de una piñata desinflada) y, en un tirón, alargó el brazo para tomar al capitán del cuello de su capa.
-¡La red ha funcionado! -exclamó Hange. La mirada de la líder del escuadrón era ansiosa y vivaz.
Hange era tan alta en relación a Levi que, al cerrar su agarre, lo levantó unos centímetros del andamio. Levi se sentía humillado ante aquella mujer que lo alzaba con la misma facilidad con la que se acunaba a un bebé. ¡Maldita sea! ¡Odiaba ser enano!
-¡Eso significa que solo tengo que zurcirla para que tenga el doble de tamaño! ¿Entiendes lo que eso significa, Levi? ¡Reforzar la red con un material aún más resistente! ¡Ha funcionado! ¡Lo hemos logrado! ¡Sus movimientos fueron reducidos gracias a la red! Solo... solo tengo que esforzarme un poco más y...

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VÉRTEX
FanfictionEl "Vértex" es un punto matemático que marca un cambio en nuestra vida. A menudo son situaciones tanto buenas como malas que salen de nuestro control y se sienten predestinadas. Esta es la historia "Vértex" de Hange y Levi antes de la llegada de Er...