Su culpa, aunque muchos le decían que no era así que había sido un accidente, Ana sabía que era su culpa. Si esa noche ella no hubiese insistido en salir, ellos estarían vivos.
Su culpa, aunque muchos le decían que no era así, que lo que había pasa...
—¡Dave! —no podía dejar de reír porque las caricias de Dave le daban cosquillas.
Era bastante avanzada la noche, pero ellos dos seguían despiertos. Ana sabía que al día siguiente iba a tener sueño todo el día. Una de las cosas que había traído el embarazo —además de las náuseas— era el sueño. Ahora ya no pasaba sus noches en vela, aunque seguía con problemas para conciliar el sueño una vez lo hacía dormía el resto de la noche. Ahora si le daba uso a su despertador.
Se acomodó de lado para poder ver a Dave de frente, él pasó una mano por su cintura para atraerla más cerca de su cuerpo. Habían compartido sus cuerpos más de una vez, luego habían ido a la ducha donde se habían lavado mutuamente, luego él la ayudó a secar su cabello y la vistió con una de sus enormes camisetas y un bóxer, aunque se sentía nadando dentro de la ropa le gustaba usar ropa de Dave.
—Oye florecita, ¿has pensado en cómo lo haremos de aquí en adelante? —Ana no entendía a que se refería, Dave pareció notarlo— Yo, quiero estar contigo en todo momento, cada vez se me hace más difícil dejarte en tu apartamento y volver a casa de la tía Ari. No quiero perderme nada de tu embarazo y mucho menos quiero perderme algo del bebé cuando nazca así que estaba pensando en que podríamos... vivir juntos...
—Hace unos meses cuando dije que no tenías que irte dijiste que era muy pronto. ¿Ya no piensas lo mismo?
—Tal vez aun sea un poco rápido, pero de verdad, quiero verte cada día, dormir contigo a mi lado y despertar cada mañana viendo tu cabello despeinado —le dio un ligero golpe en el hombro—, regañarte porque te quedas a trabajar hasta muy tarde y que me regañes porque dejo la ropa sobre la cama.
—¿Viviríamos aquí, o en mi departamento?
—Yo no vivo acá por lo que no me molestaría ser yo quien se mueva, además tu departamento es más grande. De todas formas, podemos quedarnos ahí y luego ver algo más grande, una vez nazca el bebé.
—También está mi casa... la de mis padres.
—¿Podrías vivir ahí una vez más?
—No lo sé. Después de haber entrado la primera vez ya no me siento de la misma forma con respecto a ella, no he vuelto, pero siento que podría hacerlo, de hecho, me gustaría que fueras conmigo, quisiera mostrártela.
Se sintió demasiado bien cuando Dave la estrechó más en sus brazos, Ana descansó la cabeza sobre su pecho desnudo y dejó que acariciase su cabello. Ninguno de los dos se dormiría en esa posición porque la verdad no era cómoda, pero le gustaba quedarse acurrucada. Después de esa noche quería confiar en que las cosas saldrían bien a pesar de todo, quería creen en Dave cuando le decía que estaba bien y que podría con el encuentro con Janeth, también quería confiar en ella cuando le dijo que no haría nada para alentar una discusión, los chicos le habían asegurado que por su parte no había ningún problema con él independiente de lo raro de la situación. Sus abuelos le aseguraron que para ellos la imagen de Dave no había cambiado en nada y su tío... su tío ya había querido conocer a Dave aún sabiendo quien era por lo que estaba segura que no haría nada al respecto. Solo le preocupaban los ánimos una vez les dijera sobre su embarazo. El ambiente tenso que se podría dar, no quería arruinarle el cumpleaños a su abuela.
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