Capítulo 2

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Advertencia: Este capítulo contiene spoiler de otra de mis historias. Better Than Me.

Capítulo 2

—¡Dave, a cenar! —entró casi corriendo a la cocina donde la cena ya estaba servida, le sorprendió ver cuatro puestos en la mesa, generalmente solo eran dos. El de Arianna y el suyo.

—¿Tenemos visitas? —Preguntó.

—¡A quién llamas visita, esta es mi casa, tú eres la visita! —un brazo lo sujeto por el cuello obligándolo a doblar su cuerpo, una pierna se metió entre las suyas tratando de hacer una zancadilla, Dave tuvo que hacer de toda su fuerza para no perder el equilibrio, no sabía cómo era posible pero ese idiota era aún más fuerte que antes. Eliot llevaba varios años en la policía, y desde entonces el ejercicio físico que hacía, ya no se limitaba al gimnasio sino que se había extendido a las calles, atrapando criminales, su mejor amigo ya era de los mejores detectives de la ciudad.

—Idiotas… —escuchó a Nathan— ¡Arianna! Traje el postre, ya sabes, pie de naranja.

—¡Eliot! Quítate, ¡maldita sea! —ya se le estaba haciendo difícil respirar, los fuertes bíceps de Eliot se cerraban alrededor de su cuello, soltarse se le estaba haciendo trabajoso.

Desde que Connor comenzó a entrenarlos, jugar de esa manera se había convertido en algo común para ellos, Eliot le pasaba unos cuantos centímetros en estatura y lo superaba en fuerza, pero durante el tiempo en que la lesión de su amigo era delicada, ganarle era fácil, pero ahora, debido a que Eliot tuvo que fortalecer los músculos de su hombro para compensar la inestabilidad de la articulación —y a que él se había dejado estar— ganarle en las luchas era complicado, casi imposible, eran más las veces que perdía que las que ganaba. No le quedó más remedio que usar su último recurso. Bajó la barbilla y abrió la boca pasando la lengua cargada de saliva por el brazo de Eliot que lo soltó en el acto.

—¡Que asco, Dave! ¡Eres un cerdo! —de no estar haciendo lo posible por respirar se habría reído de la expresión en la cara de su mejor amigo y de como salió corriendo al lavaplatos para limpiar su brazo bajo el agua.

—Apuesto que no te quejas cuando Nathan te llena de saliva el pe… ¡tía Ari! —masajeo su brazo —exageradamente— donde Arianna lo había golpeado.

—Siéntate a cenar Dave —hizo un puchero en dirección a esa mujer que adoraba y se sentó junto a Nathan solo para molestar a su mejor amigo.

Arianna observó a sus tres chicos, Eliot se veía feliz, feliz y enamorado de Nathan. Reconocía que en un principio no le hizo gracia que su hijo se hubiera enamorado de un chico, sobre todo un chico como Nathan, incluso pensó que sería sólo una etapa, pero, estuvieron separados por casi dos años y cuando volvieron a estar juntos era como si el tiempo lejos nunca hubiese pasado. Nathan cambió mucho en su tiempo fuera, seguía siendo el chico egoísta y malhumorado de siempre, pero sonreía más, hablaba más y ahora, sí podía ver en él todo el amor que decía sentir por Eliot. Todo eso gracias a que la relación con sus padres mejoró.

Sintió una mano tomando la suya, miró a su hijo que le sonreía llevando su mano a los labios para dejar un suave beso. Eliot miró desde los chicos a ella, sabía lo que quería decirle. Nathan y Dave reían a carcajadas por alguna broma a la que en realidad no prestó atención. Nathan no reía con facilidad y Dave hace mucho que no lo hacía. Todo estaba mejorando.

—¡Wow! ¡Está delicioso tía Ari! Menos mal que volví al gimnasio o me convertiré en un gordito sabrosón — todos rieron a la vez y los otros dos secundaron las alabanzas a su comida.

Flores Para AnnaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora