Capítulo 43 (parte 2)

161 27 2
                                    


Parte 2

—Era obvio que Charles ya sabía lo que estaba sucediendo y también que le había mentido. En ese momento me vi rodeada de las dos personas a las cuales más temía y ambos estaban enojados por mis mentiras.

Cuando Charles volvió a preguntarle cuántos años tenía no pudo volver a mentir y en el segundo en el que la respuesta salió de sus labios, de los suyos salió una maldición tal que tuvo a su padre indicándole que controlara su vocabulario y a Charles respondiendo que dadas las circunstancias tenía derecho a maldecir todo lo que quisiese. Estaba mentido en serios problemas si su padre decidía denunciarlo y con su complicada vida problemas tenía de sobra.

—Recuerdo cuando papá dejó claro que abortar no era una opción y la cara de Charles fue de un horror absoluto —Janeth miró a Dave seriamente porque quería que lo que iba a decir le quedase absolutamente claro—. El que tu no nacieras para ninguno de nosotros fue una opción Dave. Ni para mí que estaba asustada, ni para mi padre que creía que todo era un error y mucho menos para Charles que estaba horrorizado siquiera de haber mencionado la palabra.

—¿Qué pasó luego de eso?

—Charles dejó en claro que entre él y yo había terminado todo pero que a pesar de eso se haría cargo del bebé. Pasé mis días de embarazo encerrada en casa, no tenía permitido salir ni al jardín a no ser que debiese ir al médico. Papá contrató para mí un profesor particular, una mujer que me juzgaba con cada mirada que me dirigía y estoy segura que pensaba que era una desgracia que un hombre como él tuviese que cargar con una hija como yo...

››cuando llegó el día en el que naciste fue el día en el que más sola y asustada me sentí. Charles no llegó y mi padre no fue capaz de quedarse conmigo. En ese tiempo los partos no eran con acompañantes —le sonrió—, o al menos no lo era en los hospitales públicos. Los médicos y enfermeras creían que era un escándalo que una jovencita de mi edad estuviese teniendo un bebé y me lo hicieron saber a cada momento... hasta ese instante nadie me había gritoneado tanto, cuando sentía que no sería capaz de traerte el mundo sus palabras e insultos pasaban de lo que en este tiempo está permitido.

››Me gustaría decirte que en el momento que te vi todo fue mejor y que todo pareció tomar sentido y valer la pena, pero... la verdad es que cuando te vi mi miedo solo aumentó, quería solo salir corriendo y esconderme bajo las mantas, que de alguna forma milagrosa mamá apareciese y me abrazara asegurándome que todo iba a estar bien.

››Aunque me costó porque no había nadie a mi lado para enseñarme, poco a poco fui aprendiendo cómo cuidar de ti. Papá permitió que volviese a la escuela, pero si antes era estricto luego lo era todavía más, creo que tenía miedo de que volviese a salir embarazada.

—¿Vivías con tu padre? Pensé que te habías ido con Charles.

—Vivíamos con papá, Charles iba a verte seguido y cuando ya estabas más grande te sacaba a pasear, pero los problemas entre ellos aumentaban cada día porque a Charles no le gustaba cómo papá te estaba enseñando, ¿sabías que hacías plegaria dos veces al día?

—¡¿Yo?! —Janeth dejó salir una carcajada por la cara de horror de Dave — O sea, no tengo nada en contra de las personas religiosas, de hecho, conozco a algunos que son personas increíbles, pero yo...

—Lo hacías y Charles no estaba de acuerdo porque él no creía en Dios. Pero todo empeoró cuando papá decidió que para expiar mis culpas debía casarme y él mismo eligió a quien sería mi salvador.

—Dime que no era un señor de la misma edad de él tan o más cristiano que estaba haciendo el sacrificio —Dave rodó los ojos.

—No —Janeth sonrió—, si se creía más piadoso y santo que mi padre, pero al menos no era de su edad. Era un joven misionero que venía desde Dinamarca u Holanda, ya no recuerdo muy bien. El problema era que me llevaría con él y quería que le entregara tu custodia. Claramente eso no iba a pasar ese joven era tan aburrido que de solo oírlo me daba sueño y yo... en ese tiempo, ya había entrado a la universidad y había conocido a Daniel.

Flores Para AnnaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora