Capítulo 22

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Capítulo 22

—¡Es un idiota!... ¡Le dije! ¡Le dije una y otra vez que tuviera cuidado! ¡Pero no! El muy tonto piensa que tiene súper poderes y que nada le va a suceder —Dave no sabía si reírse o pedirle que se callara de una vez. Nathan estaba como loco, llevaban varias horas esperando que alguien les dijera algo sobre Eliot, la espera los tenía a todos algo ansiosos.

Por lo poco que les habían dicho, estaban en un operativo, pero los delincuentes por los que iban estaban más armados de los que todos pensaban y en un enfrentamiento de frente con el líder de la banda, Eliot terminó herido.

—Lo bueno de todo es que logramos atrapar a cada uno de los miembros de la banda —habló uno de los compañeros de Eliot. Si el tipo creía que sus palabras iban a ser algún tipo de consuelo para ellos estaba muy equivocado, lo único que obtuvo fue la mirada asesina de al menos la mitad de las personas en esa sala. Estaba más que claro a que ellos solo les importaba la salud de Eliot, que hubiesen o no atrapado a los delincuentes que perseguían no estaba dentro de sus preocupaciones.

Dave se acercó a Nathan para abrazarlo por unos momentos. No para consolarlo, sino para evitar que saltara sobre el hombre que había hecho el tan desafortunado comentario, porque el niño bonito estaba a punto de soltar su puño sobre él. Tal vez no había sido buena idea que Eliot le enseñara algunos movimientos.

—Hey, tranquilo —le susurró mientras pasaba uno de sus brazos por sus hombros.

—Quiero verlo. Necesito saber que está bien.

—¿Para poder golpearlo tú? —Una sonrisa apareció en los labios del chico y asintió — Yo también quiero golpearlo así que no lo dejes muy mal, niño bonito.

Tuvieron que pasar varios minutos más para que el médico apareciera y les dijese algo. Eliot había recibido una puñalada en el abdomen, el hombre con el que había ido a los golpes lo había atacado con un cuchillo, afortunadamente la herida no había llegado a ningún órgano importante y como no lo sacaron hasta llegar al hospital la pérdida de sangre tampoco había llegado al grado de ser peligrosa. De todas formas debía quedarse un par de días en el hospital para asegurarse que no hubiese una infección. Dave esperó pacientemente su turno de ver a su mejor amigo, obviamente Nathan y Arianna debían ser los primeros en entrar. No le sorprendió que finalmente no hubiese podido entrar ya que el tiempo y la condición de su amigo lo impidieron.




—Todo está bien Dave —la caricia en su rostro lo hizo desviar la mirada de la pantalla solo por un par de segundos—. El médico dijo que no había peligro con la herida y sabes que Eliot no fue gravemente golpeado.

—Lo sé tía Ari —estaban de regreso en casa, no había caso en que siguieran en el hospital. Eliot estaba medio drogado por los medicamentos y obviamente Nathan se iba a quedar con él por el resto de la noche.

—Estas preocupado. Muy callado lo que es algo aterrador viniendo de ti —eso si lo hizo reír.

—Es solo que… no me gustan los hospitales, me dejan con un sentimiento extraño así como de… melancolía… Realmente no entiendo cómo hay personas que les gusta trabajar ahí.

—Mejor cuéntame. ¿Cómo estuvo tu día? Con todo lo que sucedió no te pregunté —Dave se acomodó en el sofá y se dejó caer hasta poner su cabeza sobre las piernas de Arianna para que ella acariciara su cabello.

—¡Genial! Bueno, hasta la llamada de Connor. Conocí al primo de mi florecita. Es un niño increíble sabes tía Ari… pero esta enfermo…

—¿Qué clase de enfermedad?

Flores Para AnnaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora