Capítulo 46

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Capítulo 46



—¡Dave! ¡Suéltame! —quien fuese quien la tenía sujeta no quería soltarla por más que se retorcía en sus brazos no lograba zafarse— ¡Que me sueltes maldita sea!

—¡Hey cálmate! ¡Piensa en tu bebé! —dejó de moverse de inmediato al escuchar el grito de Katherine— Ana, piensa en el bebé, respira.

—Que me suelte, por favor —trató de calmarse como le pedían, era cierto, debía pensar en su bebé, pero necesitaba saber que Dave estaba bien. Una vez que los brazos que la sostenían la soltaron tomó la mano que la chica le ofrecía y salió lentamente del gimnasio.

Se escuchaban las sirenas de la policía y de las ambulancias a lo lejos y cuando llegaron al estacionamiento vio a Eliot que con un paño tomaba el arma de las manos de la mujer que lloraba mientras Dave la abrazaba sosteniéndola. Él, estaba bien.

—Dave...

—Está bien, la bala dio en el suelo, no hay nadie herido —Eliot llegó a ellas.

—Perdóname. Yo... Lena no querría esto, ella... yo... —el dolor en las palabras balbuceantes de la mujer era tan palpable que todos los presentes sentían la angustia que emanaba— yo la extraño tanto, Dave.

—Yo también la extraño, señora Parker —Dave solo la abrazaba mientras ella derramaba todo su dolor en lágrimas.

—¡Mi niña! ¡Mi niñita!

Casi al mismo tiempo que la policía un chico que llegó hasta ellos, Dave soltó a la mujer quien de inmediato se aferró al chico llorando todavía más fuerte, aunque Dave no quería. la policía de igual manera se la llevó y le pidió que se acercara a la estación para prestar su declaración, él le aseguró que no pondría cargos, pero de igual forma debían llevar a cabo el procedimiento, por fin luego de casi una hora después Dave la miró y ella pudo fundirse en sus brazos tocándolo por todos lados se aseguró que no estuviese herido, aunque él le aseguraba que no.

—Tengo que ir con ellos, florecita, es mejor que vayas a casa llamaré a alguien para que te lle...

—No, yo voy contigo.

—Ana...

—Por favor, Dave —se aferró con más fuerza a él que terminó entendiendo que no se iba a separar de él.

Aunque realmente no quería a Ana en la estación su negativa solo lo tuvo suspirando y sosteniéndola como más fuerzas, podía sentir en ella lo asustada, nerviosa y ansiosa que estaba. Él también lo estaba, aun el miedo de verse apuntado con un arma le rozaba la piel y aunque trataba de evitarlo, por su mente pasaban cientos de imágenes de lo que podría haber sucedido, de los distintos escenarios donde él hubiese terminado muerto o incluso que Ana hubiese salido herida.

Finalmente, el policía indicó que tanto Ana como Eliot que habían estado con él debían dar su declaración así que de igual forma los tres terminaron en la estación. Insistió en no poner ninguna denuncia contra la mujer, no iba a poner cargos contra la madre de Lena bajo ninguna circunstancia, pero la fiscalía sí lo haría por porte de armas sin tener permiso y desórdenes públicos Robert no sabía qué hacer para librar a su madre, Eliot llamó George que unas horas después logró que le diesen una fianza, él se encargaría de todo.

Ahora le preocupaba su florecita, había estado callada desde que salieron de la estación durante todo el camino hacia su departamento no le había dicho nada, su única interacción había sido un simple asentimiento de cabeza cuando le dijo que pospondrían lo de las flores para el siguiente día. Cuando entraron se fue directo a la cocina solo se dedicó a mirarla mientras sacaba un vaso y bebía agua directo del grifo. Se acercó por detrás y la abrazó fuertemente, enterró su cara en su cuello y dejó suaves besos.

Flores Para AnnaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora