Nota
Perdón pero no me había dado cuenta que wattpad no había subido el cap completo. Ya se me hacía raro que nadie comentara el final.
Gracias @claudsaenz por avisarme.______________________________________
Capítulo 23
Se sentía arder, todo su cuerpo se sentía acalorado de tener a esa hermosa mujer acariciándolo por todos lados, estaba seguro que estaba apunto de prenderse fuego. Dave no estaba seguro de llegar a la habitación, de hecho no estaba seguro cómo diablos había llegado hasta la puerta que daba a la cocina con Ana besándolo de esa manera, tenía que bajar la intensidad o estaba seguro sufriría la vergüenza más grande para un hombre. Correrse en los pantalones.
—Ana… —su voz rogó mientras la sentaba sobre la encimera y se alejaba tanto como los brazos de Ana se lo permitieron—, vas a matarme —casi se atrevió a reír por el rubor que tiñó sus mejillas y la mirada avergonzada que le dio. Ana hizo ademán de soltarlo por completo pero no se lo permitió, la asió por la espalda y pegó su pecho al suyo, besó sus mejillas para ir bajando delicadamente por su cuello y perderse en el escote de su camiseta. Eso es lo que necesitaba, ir lento si no quería avergonzarse así mismo.
—Lo siento… —Dave se alejó bruscamente y miró a Ana con el celo fruncido—, estoy siendo muy intensa.
Tiró bruscamente de ella hasta llevarla al borde de la encimera haciendo coincidir el centro de su delicado cuerpo con la dura erección atrapada en sus pantalones, tenía que hacerle sentir de alguna forma lo que ella le estaba haciendo.
—Estas siendo perfecta florecita. Es solo que estoy a punto de correrme en los pantalones —la suave risa que salió de sus labios solo lo hizo querer besarla otra vez.
—Pues… mis bragas están increíblemente húmedas…
—Tengo que comprobar eso… solo… solo, dame unos segundos.
Necesitaba esos segundos para poder controlar las emociones que le estaban recorriendo la mente y por supuesto las que le estaban recorriendo el cuerpo. Pero Ana tenía otra idea. Una muy cruel y placentera idea.
—Ana…
—¡Shhh…!
Las cálidas y pequeñas manos lo despojaron de su chaqueta —obligando a sus manos soltar sus tentadoras caderas—, para luego subir con extremada delicadeza su camiseta mientras acariciaba su abdomen. Dave se obligó a distraer su mente aunque esto fuese casi imposible, mucho más cuando luego de dejar caer la ropa a un costado se dedicó a mirar su rostro. Estaba tan concentrada, con la mirada fija en su pecho justo por donde sus manos pasaban delineando con la yema de sus dedos las líneas de tinta que cruzaban su piel. Estaba a punto de decirle algo pero cualquier palabra quedó atascada en su garganta cuando ella se inclinó para dejar un suave beso en el centro de su pecho para ir subiendo poco a poco por su cuello hasta el lóbulo de su oreja el que tiró con sus dientes.
El intercambio estaba siendo injusto y si seguía así, solo de receptor, estaría condenado. Dave se movió más cerca, esta vez pasando las manos por el borde de la cinturilla del pantalón de Ana, alzando sus ropas hasta quitarlas de su camino mientras ella volvía a pegarse a él para seguir la dulce tortura de sus manos y labios. Dave adoró la suave piel de su espalda, deleitándose con el tacto de cada centímetro de ella, llenándose con su olor.
Por paradójico que sonara, Ana, olía flores. A delicadas y suaves flores, mientras que su cabello olía a manzanas. Le recordaba a esos días de campo a los que iba con la familia de Eliot cuando era niño, esos que tanto disfrutaba.
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Flores Para Anna
ChickLitSu culpa, aunque muchos le decían que no era así que había sido un accidente, Ana sabía que era su culpa. Si esa noche ella no hubiese insistido en salir, ellos estarían vivos. Su culpa, aunque muchos le decían que no era así, que lo que había pasa...