La Hija De Neji Hyuga |Boruto: Next Generation|

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AL TERMINAR de guardar la ropa en su armario cerré la puerta pero algo cayó al suelo, mire a mí derecha donde encontré una caja llena de tierra.

–Odio cuando ella no acomoda su habitación– murmuré, le quite la tapa y encontré una chaqueta del clan Hyuga que parecía mí estilo.

–Parece que lo encontraste– gire mí vista hacia la puerta encontrandóla a ella apoyada en el marco.

–¿De quien es esta chaqueta?

–¿Me creerías si te dijera que la hizo tu padre para ti...?

–De hecho.. no– guarde todo en su lugar y dejé el casaron de ropa sucia en el baño.

–Espera, ¿a dónde vas?– llegue a la perrita y me puse mis zapatos y abrí la puerta.

–A entrenar, se acercan los exámenes Chunnin y debo mejorar– no me despedí de ella y salí de casa.

(...)

Detuve mis golpes al sentir la sangre en mis nudillos, solté un suspiro y me tiré boca arriba viendo las estrellas.

–Parece que alguien está estresada...

Lanze un Shuriken en su dirección sin mirarlo, vi como se sentó a mí lado y se cruzó de brazos.

–¿Por qué estás aquí?– pregunté cruzando mis brazos tras mí cabeza.

–Recuerda que estamos conectados y siento tus emociones. Se que estas estresada por los exámenes Chunnin y que descubriste algo...– solté un gruñido al saber que tenía razón.

–Parece que mí padre hizo una chaqueta para que la use pero no quiero hacerlo.– me apoye sobre mis codos y mire hacia la nada. –No lose.

–¿Se supone que ahora debo hablar como adulto?

–Eres adulto.

–Yo creo que deberías usarlo, por qué no sabes cuándo te arrepentirás– me dijo.

–No lo usaré, no lo merezco...– él golpeó mí cabeza –¡Oye!

–No seas cabeza dura, no sabes cuándo perderás tus cosas– frunci el ceño y me cruce de brazos. –Ya debo irme, debo buscar algo de comer...

–Yo puedo ayudarte– él giro a verme –digo.. te puedo traer algo de comer por algo acambío.

–Tengo mucha hambre para objetar a eso– volvió sobre sus pasos para quedar frente a mí –¿Que quieres?

–Quiero que me digas y enseñes la segunda fase de esta marca– señalé mí cuello –Y te traeré algo de comer que disfrutarás.

–Buena propuesta...– me puse de pie y sacudí mí ropa –Quiero dangos, ramen, barillas de pulpo.

–¿Pulpo?

–Y algo de sake.

–¿Eres un alcohólico? Te traeré agua– le respondí para empezar a caminar hacia al Aldea.

–¡Algo de sake!

(...)

Al terminar de recibir la barillas pulpo, por suerte alguien las vendía en un puesto, me dirigí hacia el campo de entrenamiento.