La Hija De Neji Hyuga |Boruto: Next Generation|

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LA HYUGA paso sus manos por su rostro para poder despertarse, alzo su mirada viendo el cielo repleto de estrellas.

No importa cuánto pensará, si pasaba noches sin dormir, no podía recordar nada, no sabía de quién era esa voz, ni siquiera un mísero pedazo.

No había nada que la ayudará a recordar.

Soltó un suspiro, de pronto el grito de Guy la hizo dejar de pensar.
Bajo del techo con un salto y entro a la habitación casi rompiendo la puerta, Guy estaba tendido en el suelo murmurando cosas.

–¿Que sucedió?

–U-Un... ¡Un fantasma!

Y de la nada cayó inconciente, Keiko alzo una ceja y soltó un suspiro.

Seguro una pesadilla.

Su madre y Mirai entraron a la habitación.

–¿Que sucedió?

–¿Todo está bien? ¿Un ladrón? ¡¿Donde está?!

Mirai miro a todos lados pero solo eran ellos cuatro.

–Nada de lo que dices paso, el tío Guy solo despertó de golpe y dijo que vio un fantasma.

–¿Fantasma?

–Seguro fue una pesadilla.

Las tres acomodaron la habitación y pusieron a Guy sobre el futon, Tenten le puso un paño húmedo en su frente y las tres salieron.

–Si no les molesta prefiero darme un baño que cuidarlo.

–¡Pero hija no puedes ir por allí sola! El fantasma puede estar por allí afuera...– su madre la sujeto de sus hombros.

–No me importa si está allí, quiero un baño.

–Los fantasmas con existen– interrumpió Mirai –Guy-san seguro vio mal.

–Existen, pero ahora quiero un baño.

(...)

Keiko sintió sus músculos relajarse al sentir el agua en su cuerpo, recostó su cabeza en una roca y cerro sus ojos.

«Podía ver a alguien frente de ella, más alto que ella, movió su cabeza y estaba recostada en una camilla.

–¿Cómo está?

Keiko miro a su alrededor, no recordaba ese lugar.

–Solo un golpe en su cabeza, estará bien.

–Esto es mí culpa, no debí llevarla conmigo.

–No se preocupe, cuando ella despierte es probable que no recuerde mucho de lo que pasó.

–¿Pero esta bien?

–Se lo aseguro...»

Abrió sus ojos de golpe y saco la cabeza del agua, se apoyó en las rocas recobrando la respiración.

Seguía en las aguas termales...

–Los riesgos eran reales, no dormir en la ducha– murmuró.

Paso las manos por su rostro para despertarse mejor, salió del agua, su puso la bata que le dieron y camino hacia su habitación.