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MIS PASOS se detuvieron cuando un cartero se paró frente a mí casa y dejo una carta en el buzón, cuando se fue fui a revisar.

–Pagos, pagos, pagos... ¡Ah! Ya me respondió, más vale que valga la pena– deje el resto en el buzón otra vez y trepe las paredes hasta mí cuarto.

Me senté sobre el marco de la ventana con mis pies afuera y rompí el sobre para sacar lo escrito.

"Espero no hayas perdido el tiempo en esa excurción, tienes que entrenar para cuando podamos enfrentarnos otra vez... Por cierto, ya llevaron el pedido que pidió la señora de siempre hacia Konoha, avísame si te gustan nuestras cosas". Sigo sin saber por qué no me envía un correo, aún que no me molesta que envíe cartas.

Entre a mí habitación para dejar la carta con las otras y salí por la ventana para empezar a correr hacia la tiendo.

(...)

–Le recuerdo que estos precios con un robo, señora, pero aquí tiene– ella desvió su mirada con el ceño fruncido y me entrego el cambio de mala gana –Señora quisquillosa...

–¡Te escuché niña! ¡Ahora largo de mí tiendo, hay clientes que deben comprar!– mire toda la tienda pero estaba vacía.

–Admita que soy su mejor cliente, cada que vengo siempre está vacío, ¿oiga esas son tiras de arroz de la aldea del Agua?– tome entre mis manos la caja para dejarla sobre el mostrados –¿Cuánto?

(...)

–Vieja ladrona– murmuré cuando salí de la tienda –debi quedarme solo con lo demás...

Metí la caja dentro de la bolsa y la puse en mis manos, solté un suspiro y salí del callejón para dirigirme al campo de entrenamiento.

Ahora que lo pienso, él no a molestado desde que volví de la excurción, puse una mano en mí barbilla sin dejar de caminar.

–¡Keiko!– gire mí cuerpo viendo a Kira correr hacia a mí –¡No vas a creer lo que me pasó!

–No, no lose– ambos seguimos caminando.

–Shiro al fin consiguió hacer lo que le pedí, mira– de su ropa saco mí cámara y encenderla.

–Oi, yo dejé mí cámara en casa, ¡¿Te metiste a mí casa y robaste mí cámara?!

–Eso no importa, mira– le puso play a un vídeo.

«–Me arrepiento de esto, Kira– un Shiro con una ropa de mujer apareció frente a la cámara.

–¡Te gane en la apuesta, ahora cumple con tu trato!– Kira acercó la cámara a la cara de Shiro dejando ver sus mejillas sonrojadas.

–Ah... Me llamo Shiro Matsuoka, y hoy v-voy q bailar una cancion-»

–Ya deja eso, ¿de que apuesta hablaban?– ella empezó a balbucear y salió corriendo, tome la cámara del suelo y la guarde en mis bolsillos.

(...)

Tome asiento sobre el césped y junte mis manos frente a mí, te aire para soltarlo en un suspiro.

–Primero, quiero que concentres tu Chackra en tu cuerpo– el viento movió mí cabello estorbando en mí cara –no te concentres en pequeñeces.

–Es imposible con tu cabello estorbando en tu cara y dándote picazón en la nariz– solté un suspiro y quite el cabello de mí rostro.

–Asi no podrás acumular Chackra de reserva, vuelve cuando quieras entrenar de verdad– ella se alejo de mí vista y me tiré todo mí cuerpo al suelo.

–¡¡Keiko-chan!!– la voz de Boruto me hizo volver a ponerme de pie.

Mire hacia la derecha a Boruto viniendo junto a Mitsuki, me puse de pie pero un cuerpo abrazando me hizo caer al suelo.

–¡Oí!

–¡Necesito las tiras de arroz para Himawari o me odiara! ¡Jugué a Shinobi Boult junto a una anciana para que me diga quién se llevó el último!

–¿Anciana?– levanté la mirada hacia Mitsuki –¿Tu sabes algo de esto, Mitsuki?

–Boruto corrió como loco para encontrar unas tiras de arroz de la aldea del Agua para Himawari-chan– me separe de Boruto y me puse de pie.

–Lo lamento Boruto pero ya los comí– él bajo su mirada y se alejo junto a Mitsuki.

(...)

¡Arigatō, Keiko-chan!– exclamó Himawari recibiendo la caja con las tiras de arroz.

–Dile a Boruto que le mentí por qué se lo tenía merecido por no hacerme caso en la excurción.– ella asintió y salió de su habitación bajando las escaleras al escuchar la puerta principal abrirse.

Salte por la ventana para terminar sobre el techo, camine hacia la puerta principal donde Boruto hablaba con Himawari.

–¡¡Keiko-chan mentirosa!!– grito él al aire.

–Ella dijo que te lo merecías por no hacerle caso en la excurción, ¿Que hiciste ahora Onii-chan?

–No importa, vamos dentro, me muero de habré– contesto Boruto, ambos entraron y tuve que esconderse de la mirada de Mitsuki.

Cuando estaba lista para irme salte del techo de los Uzumakis pero un dolor llego a mí cuello haciendo que perdiera el equilibrio.

Antes de caer el suelo unos brazos me sujetaron de mí cintura para después dejarme en el suelo sin quitar el agarre de mi cintura.

–¿Que haces?

–Solo te salve de romperte algo, no quiero que te pase nada– ante su comentario mis mejillas se calentaron. –¿Eh, te sonrojarse? ¿Es por qué estoy muy cerca?

¡Shinai! No me molesta que te acerques, pero..– no me dijo terminar cuando acercó más su rostro al mío, sentía su respiración sobre mí boca –¿Q-Que.. haces?

–Dijiste que no te molestaba que me acercara– dirigió su mirada hacia mis labios y sonríe de lado –Ya debo irme, es muy tarde.

Plantó un beso en mí mejilla y desapareció de mí vista, solté todo el aire que contuve todo el tiempo y cai al suelo.

–E-Ese, baka...

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Ohayō!

Espero les haya gustado mucho! Espero que también les gustará el momento Mitsuko.

Mitsuki beso la mejilla de nuestra querida Keiko(。・//ε//・。), parece que nuestro amigo serpiente se está enamorando.

Sigan leyendo!

Dattebayo!

La Hija De Neji Hyuga |Boruto: Next Generation|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora