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KEIKO PASO su mano por las estatuas de las serpientes y frunció el ceño, hasta que sintió otra vez el mismo dolor en su mano que sintió desde hace tiempo.

–Si no hago nada... terminaré sin brazo– susurro.

Miro a los demás y luego la marca en su mano, apretó sus dientes y soltó un suspiro.

–Oigan– llamo a todos –tengo que pedirles un favor...

–¿Paso algo Keiko-chan?– pregunto Boruto.

–No, es que... cuando encontremos a Galaga, me gustaría que me dejaran todo a mí.

–¿Por qué haríamos eso?– dijo Shikadai.

–No quería preocuparlos pero...-

Keiko no pudo terminar de hablar ya que Kira grito asustando a todos, ya que una enorme serpiente roja apareció frente ellos.

–¡Cuidado!

Shiro salto hacia Kira para empujarla y evitar que la serpiente la atacará.
Todos empezaron a atacar para tratar de detenerla, Keiko quiso ir a ayudarlos pero el dolor e su muñeca apareció haciendo que cayera de rodillas.

–¡Sarada!

El grito de Boruto la hizo volver en si, miro a la Uchiha que estaba por ser atacada por Galaga, se puso de pie y empezó a correr.

–¡Cuidado!

Keiko su puso frente a Sarada para protegerla, levantó sus brazos y cerro sus ojos.
Algo en su brazo empezó a moverse y el suelo tembló, abrió sus ojos de nuevo viendo a otra serpiente y el cienpies detener a Galaga.

–¡Corran!– grito Keiko.

–¡Pero Keiko-chan!

–¡Boruto ahora! ¡Es una orden!– volvió a gritar Keiko.

Todos asíntieron y empezaron a correr lejos, ella giro para ver a la serpiente pero ya nadie estaba allí.

–¿Cuando...- ¿Eh?– miro el suelo dónde estaba el cienpies, lo tomo en sus manos y acaricio su cabeza –Gracias por salvarnos, ¿Pero quién era esa otra serpiente?

Espero a que le dijera algo pero solo se quedó quieto, soltó un suspiro y se sentó en la tierra, miro su mano donde la marca estaba rojiza.

–Debo preguntarle a Sayori sobre este dolor, ojalá pudiera hablar con esas personas otra vez...

Sintió una comezón en su brazo y miro al cienpies arrastrarse hasta quedar en su mano con la marca.

–¿Tu sabes que me sucede?– no dijo nada –¿Crees poder ayudarme?

Nada otra vez.

–Esto es estúpido, pierdo mí tiempo hablando sola con un insecto...

Se puso de pie y dejo el cienpiés en su bolsillo, empezó a correr mientras buscaba a los demás con el Byakugan.

(...)

–Al fin los encuentro...

Boruto miro a Keiko y corrió hacía ella, la abrazo y ella correspondío.

–Creimos que te había pasado algo, no hagas eso tonta– dijo Shiro.

–Si si, perdón. Pero debía darles tiempo– se separó de Boruto y miro a la enorme serpiente frente ellos –¿Eres el que ayudo a mí amigo?

La Hija De Neji Hyuga |Boruto: Next Generation|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora