Dedicado a gafas_11
***
¿Otra hermana? Eso era tan jodidamente increíble que el resto del día y de la noche no pude dejar de pensar en eso ni un instante.
Mi madre se había marchado durante la mayor parte de mi vida y en ese momento regresaba diciéndome que tenía una hermana de once años, incluso mayor que Hardin. ¿Cómo podía ser posible?
Se había ido porque no podía ser mi madre, pero todo ese tiempo había estado criando otra hija. ¿El problema era yo, entonces? ¿Halley era la segunda oportunidad para redimirse por el fallo anterior? Nada tenía sentido.
«Halley», repetí mentalmente mientras permanecía acostada bocarriba en la cama. Incluso me gustaba su nombre, y no podía dejar de pensar en cómo luciría ella, si se parecería en algo a mí. A fin de cuentas era solo una niña, no tenía la culpa de lo que nuestra madre —que apestaba siendo madre— había hecho conmigo.
Había querido mantener el asunto a espaldas de mi padre, pero ya era demasiado. Tenía que contarle lo que ocurría, yo no podía manejarlo por mi cuenta como había pensado. Y tampoco creía ser capaz de esperar hasta la tarde cuando mi turno terminara.
Me incorporé en la cama y me senté mirando la pantalla del teléfono. Dudé un instante, pero finalmente marqué su número.
—¿Bessie? —respondió con asombro. No solía llamarlo en las mañanas.
—Hola, papá —respondí con desgano.
—Hola, cariño, ¿está todo bien? ¿No deberías estar trabajando a esta hora?
—Eh... en realidad aún me queda media hora antes de que mi turno comience y me levanté bastante temprano, así que ya estoy lista. Te llamé porque... en fin, hay algo que necesito decirte, pero que tienes que tomarte con calma.
—¿Qué? —preguntó y pude palpar su impaciencia y su preocupación—. ¿De qué estás hablando? ¿Qué te ocurrió, pequeña? ¿Tiene algo que ver con ese Nicholas? ¿Te hizo algo?
—¡No, papá, no! —aclaré—. Espera, todo con Nick está perfecto. Es... es sobre mi madre.
—¿Louisa? —preguntó con cautela. Me arrepentí por un momento de lo que estaba a punto de hacer. Quizás yo sí podía lidiar con eso sin que él se enterara—. ¿Qué pasa con tu madre, cariño?
—Papá, ella... ella volvió —solté sin pensarlo. Ya estaba hecho.
Un silencio largo y desconcertante se hizo al otro lado de la línea. Después lo escuché suspirar profundo.
—Lo sé —dijo finalmente. Me pareció estar alucinando.
—¿Qué? Espera, ¿cómo que lo sabes?
—Sí, Bessie, ya lo sabía.
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La chica de las mil estrellas (Serendipia) © [✓]
Teen Fiction"A veces, en la búsqueda de las estrellas en otros ojos, caemos en el interminable pozo de la oscuridad". -Akshay Vasu. ** Bessie no está loca ni tampoco es una psicópata asesina. No es su culpa no recordar qué pasó esa noche en la que murieron sus...