Capítulo 58

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Dedicado a JeyniPalma

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Dedicado a JeyniPalma

***

—Pero ¿qué hace ella aquí?

—Esa es la familia del novio —respondió él—, seguro es una de sus primas o algo así.

Estaba incluso más hermosa de como la recordaba. Además de esbelta como siempre, se veía más recuperada y menos delgada que antes. Tenía las mejillas más rellenas y las ojeras habían desaparecido de su rostro, dándole un aspecto más saludable.

—Dios, Nick, llevaba meses sin verla —dije con emoción—. Tenemos que ir a saludarla.

—Esto está por comenzar, Bessie Boop.

—Solo será un minuto, lo juro.

—De acuerdo. —Se encogió de hombros—. Ve, entonces.

—¿No me acompañarás?

Soltó un bufido.

—¿Bromeas? No pienso ir a saludar a esa demente.

—Venga, Nick, no es tan mala. Los últimos meses que pasé en la clínica los pasé con ella.

—Pues felicidades a las dos por su amistad, pero igual no me apetece saludarla.

Puse los ojos en blanco y resoplé. Iría de cualquier modo, debía reconocer que le había echado mucho de menos a esa desquiciada. Me acerqué muy despacio a ella para sorprenderla, y solo le hablé cuando estaba a menos de un metro.

—Guau, nunca pensé que te vería arrastrándote por aquí, lombriz.

Se volteó con asombro y su expresión se suavizó de inmediato al verme.

—¿Rata? —exclamó—. ¿Qué haces tú aquí?

Ambas reímos y nos abrazamos. ¿Quién hubiera sabido un año antes que me alegraría de ver a la loca de Natalia?

—Ya vale —dijo de pronto y me separó abruptamente—. Quita, pequeña Bessie, que me arruinas el vestido. Ya tuve suficiente con el rubio imbécil ese que me tiró un trago encima. ¿Cómo puede haber gente tan estúpida?

Me aclaré la garganta y sonreí con incomodidad. Al ver su expresión de enojo supe que no era una decisión inteligente contarle que ese «rubio imbécil» era uno de mis mejores amigos.

—¿Conoces a la novia? —preguntó con curiosidad.

—No realmente —admití—. ¿Te acuerdas de Nick? Vine invitada junto a su familia.

Hizo una mueca de desagrado.

—¿En serio? Por supuesto que lo recuerdo. No puedo creer que andes con ese idiota, ¡Dios, qué mal gusto tienes, rata!

La chica de las mil estrellas (Serendipia) © [✓]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora