Capítulo 54

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Dedicado a ShaS1105

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Dedicado a ShaS1105

***

—¿Cómo has estado?

—Perfectamente, ¿puedes ir al grano y decirme cuándo voy a conocer a Halley?

Detestaba la forma de mi madre de pretender que se preocupaba por mí y de que nada había ocurrido. No obstante, decidí que cumpliría la promesa que le había hecho a Nick y accedí a reunirme con ella en una cafetería justo al día siguiente. Solo hablaríamos de Halley, ese era el trato.

—Bessie... —se enderezó en la silla al otro lado de la pequeña mesa que nos separaba—. Debo admitir que estoy muy sorprendida de que me hayas pedido venir.

—Ya te lo dije por teléfono esta mañana: mi hermana no tiene la culpa de lo que tú hiciste y quiero conocerla. Eso es todo.

—Bueno, estuve pensando y creo que será estupendo que vayas a cenar con nosotros y así conoces a—

—¿A quién? —la interrumpí—. ¿Al tipo por el cual nos abandonaste a mí y a mi padre? Juégate otra carta, Louisa, esa no te funcionará.

—Cariño, si realmente quieres que arreglemos las cosas debes venir a casa, saber dónde vivo, conocer a tu hermana y a tu padrastro, y—

—Detente ahí —dije con una mezcla de enojo e incredulidad. Comencé a pensar que había sido un error llamarla—. Has confundido las cosas por completo. La única que tiene que arreglar algo eres tú, el desastre que creaste. Y si realmente crees que yo voy a ir alguna vez a tu nuevo hogar feliz y a conocer a tu príncipe encantador, deberías ir a terapia, porque enloqueciste.

Mi tono sarcástico la conmocionó un poco, pude notarlo en su expresión.

—Accedí a verte una vez más por un único motivo: Halley —dije con dureza—. Si pensaste que podrías utilizarla para acercarte a mí, olvídalo. Entonces esperaré a que tenga dieciocho y pueda venir a verme por su cuenta.

Suspiró profundo y se pasó la mano por el cabello. El suyo era ondulado y castaño oscuro, justo como el mío. Teníamos también el mismo tono blancuzco y apagado de piel, la misma nariz pequeña y fina y los mismos labios delgados. Odiaba ser tan parecida a ella. Mientras más la observaba, más me dolía.

—De acuerdo —dijo—, ¿qué propones, entonces? ¿Cómo piensas conocer a Halley sin aceptar venir a casa?

—Sencillo, que venga a pasarse este fin de semana conmigo.

—¿Qué? —preguntó con desconcierto—. No puedes estar hablando en serio... Bessie, ella es una niña. Ustedes nunca se han visto, no saben cómo será su relación. Además, por lo que pude ver vives con dos chicos, ¿cómo crees que pueda permitirle pasarse dos días enteros contigo?

La chica de las mil estrellas (Serendipia) © [✓]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora