Capítulo 7

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Dedicado a AranzaReyes213

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Dedicado a AranzaReyes213

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Cuando Jojo se quedó dormida me sentí aliviada. Necesitaba un descanso de su insistente voz. Habló por horas sobre lo famosa que me volví por la discusión con Natalia. En circunstancias normales, me escondería bajo la cama, no soportaba tener la atención de los demás sobre mí. Esa noche mi mente estaba demasiado lejos como para centrarme en eso.

Lo único que me daba vueltas en la cabeza tenía rizos dorados y ojos azules.

Me sentía como una tonta en ese momento. Ni siquiera logré fingir que me lo pensaría cuando me preguntó si aceptaba que me recogiera en las mañanas.

No sabía qué poder tan extraño tenía ese rubio burlón para nublarme el pensamiento con solo mirarme. Nunca me había pasado algo así, y no lograba dejar de pensar en él.

Que fuera por mí no significaba nada, cualquier par de amigos podía hacerlo. Pero era muy callado. No le hablaba a los demás a menos que fuera estrictamente necesario y no se relacionaba con nadie a menos que chocaran de frente, sin contar sus cambios de humor repentinos. Todo eso me desconcertaba.

No sabía por qué yo le agradaba. No era demasiado bonita ni interesante o buena con las palabras. No tenía historias conmovedoras que contar —ni mucho que contar, en general—. Miré en retrospectiva y jamás había hecho nada fuera de lo común o emocionante en lo absoluto. O sí, una vez: ese día en el que mi vida y las de muchas otras personas se hicieron trizas. Ahí juré que nunca más trataría de divertirme como el resto de los chicos y chicas de mi edad.

Tampoco sabía qué estaba pasando por alto respecto a él. Algún motivo lo había llevado a la clínica, pero yo seguía pensando que no encajaba allí; era totalmente diferente al resto. Tal vez lo habían culpado de algo que no hizo, como a mí, y estar internado allí era su única opción. ¿Y quién era esa chica, Ana? ¿Era su novia, por eso se ponía tan triste al hablar de ella? Pensar en esa posibilidad me hacía sentir un poco mal. No sabía por qué.

¿Qué diría Beth si me viera sin poder dormir pensando en el chico más raro que había conocido en la vida? Quizás se reiría como solo ella sabía hacerlo. Extrañaba tanto sus carcajadas que dolía el simple hecho de recordarlas. Siempre me había apoyado y había estado de acuerdo con lo de James. ¿También estaría de acuerdo con mi amistad con Jimmy?

Esa noche me dormí consolándome con esa idea.

***

Cuando sonó el reloj despertador de Jojo, salté de la cama, ansiosa por alistarme. No iba a una cita, pero estaba más nerviosa que si fuera a jurar amor eterno al altar. Jojo se brindó a ayudarme y sus locuras me hicieron reír bastante. Sentí como si tuviera a Beth de vuelta, aunque ella era irremplazable.

La chica de las mil estrellas (Serendipia) © [✓]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora