La chica de las mil estrellas (Serendipia) © [✓]

Capítulo 15

Dedicado a Mel_656

***

—¿Bessie? —preguntó Jojo en un tono de voz bajo—. ¿Ya estás dormida?

Me levanté despacio y me senté en la cama frente a ella, que acababa de llegar al cuarto. Lucía avergonzada y bajó la mirada para no enfrentarme directamente.

—Bessie, yo—

—Déjalo, Jojo —la interrumpí y me miró sorprendida.

—Es que... lo siento. Sé que fui una idiota contigo esta tarde y yo...

—En serio, Jojo, déjalo. —No le permití continuar—. No pasa nada, yo también he sido una idiota a veces. No tienes que disculparte, estamos bien, lo juro.

Comenzó a mirarme como si esperara que de un momento a otro la golpeara. Supuse que mi cara de decepción y de agotamiento mental no ayudaba mucho, pero no podía contarle nada de lo ocurrido con Jimmy.

—Descuida, no te guardo rencor —hablé de un modo más amistoso y traté de suavizar mi expresión—. Estoy cansada, he tenido un día muy largo. Duerme tranquila, ¿vale?

Asintió y se fue a su cama sin responder. Estaba segura de que al día siguiente ya se sentiría menos culpable y volvería a ser la misma chica elocuente de siempre.

Me acosté una vez más y mi mente viajó de inmediato a los sucesos de esa tarde. No lograba sacar de mi cabeza lo último que había dicho Jimmy sobre a Ana. No supe qué diablos responderle y en el resto de la noche no cruzamos ni dos palabras. Fue como si hubiésemos vuelto al tiempo en el que caminábamos en silencio y no sabíamos nada uno del otro.

De igual modo, me parecía increíble que hubiera estado afuera durante la noche sin tener un ataque de pánico. ¿Sería que realmente podría tener una vida normal algún día? Quería intentar repararme como nunca antes. Ni siquiera sabía de dónde había salido todo ese coraje.

Sería muy difícil, pero ya había comprobado que no era imposible. Lo lograría.

***

—¡Feliz cumpleaños!

El grito de Jojo me hizo despertar aterrada y dar un salto en la cama. Me abrazó con una sonrisa enorme dibujada en el rostro. Traté de devolverle el gesto, aunque me costaba mantener los ojos abiertos.

—Gracias, Jojo.

Le había mencionado la fecha de mi cumpleaños un par de días antes, y jamás pensé que lo recordaría.

—¿Qué se siente tener diecisiete? —preguntó, emocionada—. ¿Te sientes más vieja? ¿Madura, acaso? Yo ni noté el cambio. Mi cumpleaños pasado fue una locura, todos mis amigos fueron a casa y mi... mi hermano... Vale, ¿qué vamos a hacer hoy para festejarlo? No todos los días se cumplen diecisiete. De hecho, ahora que lo pienso solo es una vez en la vida. Eso es una estafa, deberíamos tener más días de cumpleañ—