Capítulo 9

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Dedicado a MFLring

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Dedicado a MFLring

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Esa mañana el comedor estaba más ruidoso que nunca. De no ser por la compañía de Jimmy, me hubiera saltado el desayuno. No obstante, eso implicaba que alguien iría al salón de clases a darme mis píldoras y a pedirme explicaciones.

Entre los demás estudiantes vi a Víctor y traté de saludarlo. Su saludo fue frío y lo noté algo distante. Pensé que quizás estaba incómodo por algún motivo, tal vez por la presencia de Jimmy. No le di demasiada importancia a ese detalle.

Sin embargo, cuando llegamos al salón de clases ocurrió lo peor.

Apenas me senté en mi pupitre, sentí un grito que me hizo levantar la vista y vi a un Víctor irreconocible empujar salvajemente a un chico contra la pared. Su nombre era Lucas, y jamás había cruzado una palabra con él, pero sí sabía que era tranquilo y tan fantasmagórico como yo.

Víctor se abalanzó sobre él y comenzó a golpearlo sin compasión. Estaba frenético, y yo no sabía dónde había quedado el chico adorable y encantador que yo conocía, o que creía conocer.

Nadie trató de detenerlo y, en realidad, no creí que nadie pudiera lograrlo. Lo golpeó y lo arrojó contra el suelo mientras los demás gritaban. Temí por la vida de Lucas; Víctor era muy fuerte, mucho más que él o cualquier otro en la clínica.

Un terror intenso se apoderó de mí y, antes de que pudiera analizar las posibles consecuencias de mis actos, corrí hasta llegar a ellos. Golpeé la espalda de Víctor con todas mis fuerzas con un libro y le grité que se detuviera. No supe qué me llevó a hacerlo con exactitud, simplemente no pude permanecer impasible ante tanta brutalidad.

Toda la adrenalina fue drenada de mi cuerpo una vez que Víctor se volteó a verme. Sus ojos estaban enrojecidos y desorbitados, y su agitación era tanta que apenas podía respirar. Sus manos estaban ensangrentadas y sus venas hinchadas. Me sentí vulnerable y desprotegida. Y sí que lo estaba.

Pero se detuvo.

Algo cambió en él cuando me miró, y soltó a Lucas con un movimiento rápido. Después salió de un modo precipitado del aula y todo quedó en silencio. Estaba convencida de que el resto de los presentes podía escuchar los latidos agitados de mi corazón. Mis manos temblaban y el libro cayó al suelo.

Miré en dirección a Jimmy y pude ver el miedo plasmado en sus ojos azules. Una parte de mí se sintió decepcionada de su actitud, permaneció tan indiferente como el resto del grupo. No sabía si los demás eran unos cobardes, o si ocurría todo lo contrario: si ellos eran los inteligentes por haberse quedado lejos del problema y yo lo suficientemente idiota como para intervenir.

Esa era una de las cosas más heroicas —y estúpidas— que había hecho en toda mi vida. Me tomó un rato procesarlo.

Los profesores llegaron casi de inmediato y Lucas fue llevado a la enfermería. Las clases fueron suspendidas luego de todo ese caos. Me fui a mi habitación con Jojo para pasar el resto de la tarde estudiando o leyendo, aunque mi mente no paraba de divagar sobre lo ocurrido.

La chica de las mil estrellas (Serendipia) © [✓]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora