Capítulo 5

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Dedicado a tu_chica_rosa

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Dedicado a tu_chica_rosa

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Horas después, aún no comprendía nada de lo ocurrido en la biblioteca. Repasaba mentalmente una y otra vez cada palabra que había dicho. Quizás había sido demasiado ruda con él sin conocerlo en lo absoluto, con razón se había marchado.

Pasé el resto de la tarde con mi nueva compañera de habitación, Jojo. Esa chica era rara, en el buen sentido. Me dijo que no tenía ningún problema con dormir con iluminación, que tenía el sueño profundo. Eso me hizo sentir más tranquila, a pesar de lo nuevo que me resultaba compartir la habitación con alguien que no fuera Beth.

Jojo se reía todo el tiempo y no paraba de hablar. Era como si se recargara con el sol. En el poco rato que pasamos juntas, me contó casi toda la historia de su vida antes de llegar a la clínica. También fue enviada por la corte, por agredir a una chica que solía hacerle bullying y enviarla al hospital un par de días.

En realidad, no parecía capaz de violencia alguna —mucho menos al ver su rostro de animalito indefenso—. Pero yo sabía que todos teníamos nuestros propios límites que era mejor que nadie cruzara. Y, además, ninguna persona merecía ser víctima de humillaciones públicas y acoso.

El punto era que había terminado allí contra su voluntad, al igual que yo, aunque su otra opción no era mucho más prometedora. Su madre era abogada y alegó que Jojo tenía un desorden de personalidad. De ese modo, evitó que fuera enviada a un reformatorio. Después de conocerla, no me extrañó que convencieran al juez.

Si mi madre fuera abogada tal vez yo no hubiera terminado encerrada allí. Para eso tenía que preocuparse por mí, en primer lugar. Elisa era como mi madre, me amaba y me cuidaba siempre como si yo también fuera su hija. Pero no importaba cuánto nos quisiéramos, ni ella ni nadie podría llenar nunca el vacío que dejó mi progenitora.

Me mantuve escuchando a Jojo y le conté que estaba en la clínica por mi nictofobia y los ataques de pánico. El resto lo omití por completo. De igual modo, ella apenas me daba oportunidad para hablar. Me recordaba un poco a Beth por su entusiasmo y su energía. Me resultaba reconfortante y triste a la vez.

Su nombre completo era Jodie Harris. Se puso ansiosa cuando le dije que me parecía haberlo escuchado antes, supuse que se sintió decepcionada al saber que su nombre era muy común. El mío no lo era, al menos no el primero. Jamás había conocido a ninguna otra Harriet y casi nadie sabía que me llamaba así. Mi madre era la única que solía llamarme de ese modo, para el resto del mundo era Bessie. Ese era uno de los pocos recuerdos que mantenía de ella. Según papá, lo había escogido por una película. Pero eso ya no importaba hacía mucho tiempo.

En la noche fui a cenar con Jojo y no vi ni a Víctor ni a Jimmy. Era increíble, llevaba solo dos jornadas allí y ya le debía una disculpa a cada uno. A pesar de eso, todo resultó bastante tranquilo hasta el momento en el que decidí llamar a casa. Luego de darle el número a la operadora, ocurrió el desastre.

La chica de las mil estrellas (Serendipia) © [✓]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora