Quedé perpleja ante lo que había deducido, mi nerviosismo comenzó a actuar, unía mis manos con algo de fuerza y las movía sin un patrón definido. Su penetrante mirada marrón era muy profunda, como si estuviera completamente segura de que era una Ramigüis. Esa confianza que transmitía sus ojos ante su deducción asustaba, pero por suerte después de un tiempo de intensas miradas y silencio ahogante ella se echó a reír separando sus manos de mis hombros y colocándolas sobre su abdomen.
—¿Enserio te la creíste? "Rachel... Creo que tu eres una Ramigüis"—volvió a reír, pero más fuerte.
—Sí jajaja—reí nerviosa.
—Solo era una pequeña broma, pero hablo enserio cuando digo que lo que escapó del área 51 era el Ramigüis supremo.
—Aún sigo sin entender por qué me está diciendo esto a mí.
—Tú no me juzgaras aunque creas que me falte un tornillo. Yo era una persona normal, pero el mundo que estaba corrompido me convirtió en lo que soy ahora. Pero tú eres diferente, Rachel y eso.... Me agrada—sonrió un poco y luego giró su rostro dirigiendo sus orbes oscuros al reloj en la pared—ya es tarde, de seguro Logan te estará esperando. Ve y gracias por escucharme.
—La escucharé cuantas veces quiera, humana profesora Indivar—ladeé mis labios y salí del salón.
—Tú eres diferente—habló en un tono casi inaudible para después cerrar la puerta del salón a mis espaldas.
Permanecí unos segundos observando a la nada pensando en lo que ella había dicho. En este mundo los humanos son muy interesantes.
Caminé por los pasillos a pasos rápidos, la escuela ya estaba vacía, no quedaban casi estudiantes, así que el sonido de mis pies chocando con el suelo creaba una gran cantidad eco entre el corredor repleto de casilleros.
Llegué a la entrada de la escuela y el humano Logan estaba sentado dentro de la limusina esperándome mientras miraba por la ventana con una expresión fastidiosa. El brillo del sol hacia que las facciones de su rostro sean más visibles, su mirada brillante se veía cansada, sus labios rojos estaban algo abiertos dando pequeños suspiros y deslizaba su dedo índice sobre el cristal dando trazos sin sentido. Él al notar que ya había salido, sus facciones dejaron de comprimirse para verme más alegre, mientras comenzó a esbozar una sonrisa de oreja a oreja. Dio un pequeño brinco y abrió la puerta haciéndome un espacio para que me sentara a su lado. Entré al auto y él relamio sus labios antes de hablar.
—Tardaste mucho—dijo acomodándose en su asiento.
—Lo siento.
—No te preocupes—miró el reloj que tenía en su muñeca—aún hay tiempo.
—¿Tiempo para qué?—inquirí con intriga.
—¿Lo has olvidado? Ayer te dije que hoy iríamos con mi doctor para hacerte un chequeo general.
Fruncí levemente el ceño y apreté un poco mi boca.
—Te lo dije no necesito uno—crucé mis brazos.
—Rachel, no seas caprichosa. Vamos a ir.
Se inclinó hacia adelante dejando su cabeza del lado del chofer.
—llevanos con el Doctor Price, por favor—volvió a su postura anterior.
Permanecí callada en todo el camino, sentía los constantes ojos de Logan sobre mí, como si pensara que fuera a decirle algo, pero no hablaré con él, ya que ha hecho algo sin mi consentimiento antes.
La limusina se detuvo en un bloque gigantesco y blanco. El humano Logan fue el primero en bajar mientras extendía su mano para ayudarme a salir, pero terminé bajando ignorando su ayuda y oí desde lejos como refunfuñaba.
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Experimento Número 7 [#1 Bilogía Experiment] (EDITANDO)
Paranormal¿Crees en lo imposible? ¿Crees que es malo ser diferente? ¿Sientes que nadie entiende tu dolor? ¿Sientes como tu mundo se derrumba? La sociedad está podrida, y el ser diferente no es un delito. Un simple experimento salido de control escapa de uno d...