♤Number nine♤

804 245 36
                                    

Mi mente quedó en blanco al oír que dijo mi verdadero nombre, ¿Quién era ella? ¿Y cómo sabía cómo me llamaba?

Giré mi cabeza de manera suave mirándola sobre mi hombro. Ella poseía una gran sonrisa y sus ojos se dirigían a mi espalda.

—¿Quién eres?—pregunté con un tono de voz algo agresivo.

—¿Ya no me recuerdas, Siete?

Oírla repetir ese nombre hacia que en mis venas arda la sangre y mi mirada se vuelva temblorosa mientras rechinaba mis dientes.

—No me llames así y dime quién eres.

Me di la vuelta, poniéndonos a ambas frente a frente. Nicole estiró sus brazos hacia atrás y suspiró, provocando en mi una gran intriga.

—Déjame refrescarte la memoria.

De su cuello sacó un pequeño collar, era igual al mío, pero la diferencia era que en el dije, en vez de tener el número 7, tenía el 9. Mi corazón se aceleró de tal manera que lo oí latir contra mis orejas. Esto no podía ser real.

—¿Tú....?—eleve mi cabeza topándome con sus orbes grises.

—Soy Nueve. Soy como tú, Siete y vengo a llevarte de nuevo a casa.

Me alejé unos pasos de su cuerpo chocando contra algunos pupitres y me apoyé en una de las mesas perdiendo el equilibro y dejándome sin salida.

—Siete, papá te extraña. Él quiere que vuelvas—se comenzó a acercar.

Yo negaba con la cabeza y mi respiración se hacia cada vez más agitada. Alcé hacia ella para que no se acerque más y sentía la palidez abarcar mi rostro.

—No, no, no....—repetía continuamente en voz baja.

—Siete, yo...—la corte de inmediato.

—Deja de decirme Siete, ¡Yo ya no soy esa persona!—exclame apretando un poco la mesa que estaba detrás de mí.

—¿Prefieres que te llame Rachel? ¿Cómo lo hacen estos humanos?

—Vete... Por favor, vete—suplique con mis ojos cristalizados sintiendo a aquel animal enjaulado queriendo tomar las riendas de la situación.

—Estoy siendo amable, y no creas que es porque me agradas. Eso te lo aseguro—da un paso hacia mí y paso saliva, indefensa—esto lo hago por papá. Él ha estado muy triste después de tu partida y al ver la noticia de hace dos días en la televisión, su ánimo se elevó y me pidió que te trajera de nuevo a casa. A donde realmente perteneces.

—Pero la noticia....

Ella no dejó que terminara.

—¿Creías que una cancelación haría que la noticia no llegara al gobierno? Eres muy ilusa, Siete—soltó una risa ronca—.aún no entiendo porque eres tan importante para papá. Pero siguiendo con lo de antes, Siete, debes volver a casa.

Me tomó de las manos, pero me aparté bruscamente de ella con los dedos algo temblorosos.

—¿Casa? ¿A ese infierno lo llamas casa? ¿Llamarías casa al lugar en donde está la persona que más daño te ha hecho?—inquiero llena de impotencia.

—No puedes hablar así del lugar en donde te criastes. Jon te abrigo, te dio un techo donde vivir, te dio amor y cariño.

Cada palabra que ella soltaba hacia que mis emociones se descontrolaran y sin darme cuanta, cada vez apretaba con más fuerza la mesa que estaba a mis espaldas, hasta el punto en que mis uñas se clavaran en la madera.

Experimento Número 7 [#1 Bilogía Experiment] (EDITANDO)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora