♤Minds change like the weather♤

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—Humana profesora Indivar, ¡Humana profesora Indivar!

Corría como loca por los pasillos del instituto mientras llamaba a gritos a la profesora Indivar. Mis pisadas rápidas resonaban y mis llamados creaban eco por donde iba. Los estudiantes me miraban como si fuera una lunática, pero me valía una mierda lo que ellos pensaran ahora. Necesito encontrar a mi profesora.

Necesitaba encontrarla, porque necesito respuestas.

¿Cómo que no existe ninguna Nicole? Esa afirmación de Logan me dejó atónita completamente y sé que la única que podría aclarar mis dudas sería ella.

—¿Rachel? ¿Por qué gritas como cabra en celo por el pasillo?

Esa era la voz de la humana profesora.

Miré hacia mi lado y ella estaba recostada de brazos cruzados en el umbral de la puerta de uno de los salones acomodándose los lentes anchos que se le resbalaban por el puente de la nariz.

—Que bueno que la encuentro.

Coloqué mis manos sobre mis rodillas recuperando el aliento.

—¿Por qué? ¿Ocurre algo?—preguntó curiosa y me enderece en mi posición habitual.

—Necesito una respuesta conspirativa.

Una gran sonrisa de oreja a oreja con pequeños hoyuelos a los lados, se dibujó en su rostro.

—¿Qué necesitas?—pregunta emocionada tomándome del brazo y adentrándome al salón haciéndome dar un giro exagerado.

Ella cerró la puerta y se sentó en su escritorio, y luego me hizo una seña para que hiciera lo mismo, y me senté en frente de ella. Me miró emocionada y se mordía el labio inferior para contener un chillido.

—Bueno, ¿Qué quieres saber?—alza las cejas con emoción.

Ella colocó sus codos sobre la mesa y recostó su mentón sobre la palma de sus manos pestañeando rápidamente.

—¿Recuerda que el otro día que usted me estaba hablando sobre la existencia de los Ramigüis?—musité tratando de no levantar sospechas y ella me miró sorprendida.

—Claro, claro que lo recuerdo.

—Bueno, luego de ese día muchas preguntas han rondado por mi cabeza y sabía que usted, al ser una gran científica, podría contestar a mis dudas.

—Interesante....—comenzó a acariciar su barbilla con el dedo medio y el índice.

De repente, golpeó su escritorio con euforia haciendo que de un brinco del susto.

—En serio eres mi estudiante favorita—sonrió felizmente—está bien, ¿Cuáles son tus dudas?

—Ahí va..... ¿Un Ramigüis puede tener más de un poder?

—Sí se puede. Pero claro, el segundo poder no sería de nacimiento, sino que sería robado o heredado.

—¿Qué quiere decir con eso?

—Supongamos que hay dos Ramigüis, con poderes completamente distintos, y uno de ellos mata al otro y luego se come su corazón. El Ramigüis que quedó vivo obtiene el poder del otro de su especie al momento de devorar su órgano principal,  que en este caso sería el corazón.

Entonces.... ¿Yo le he robado el poder a Nueve?, Pero ¿Cómo yo no sabía de esto?

La voz del monstruo.

—Aunque como los Ramigüis están en peligro de extinción, ninguno está dispuesto, en estos tiempos, a eliminarse entre sí, ya que lo que menos desean es que su especie se extinga del todo—concluyó sacando el mismo libro de aquella vez.

Experimento Número 7 [#1 Bilogía Experiment] (EDITANDO)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora