Los días han pasado con tranquilidad y siento que la vida por fin me comienza a sonreír y me está brindando momentos inolvidables que nunca había tenido la dicha de vivir.
Las clases continuaron, luego de los exámenes, nos han llegado bastantes solicitudes para grandes universidades, según Logan. Y a él cada día se le han presentado muchos nuevos proyectos más.
Es increíble que hace menos de unos meses intentaba escapar del mundo que me rodeaba, sin darme cuenta de lo maravilloso que podía llegar a ser a veces.
Estaba en la cocina con Isabel preparándole a Logan su postre favorito, ya que hoy oficialmente termina con las grabaciones de su película y quería hacerle algo especial como sorpresa.
Con la ayuda de una manga pastelera, repartí el merengue con forma de picos por toda la parte superior del pie de limón. Luego horneamos el pastel durante unos minutos para que el merengue se endurezca ligeramente y se dore.
—¡Ya está listo!—exclamó emocionada Isabel sacando el pie del horno y dejándolo sobre la mesa.
—Lo hicimos—dije emocionada y orgullosa.
Ella se quitó los guantes de cocina y los dejó sobre la mesa mientras yo me quitaba el delantal.
—¿Ves? Te dije que se trataba de una receta muy sencilla y deliciosa—me sonrió—sería ideal que la sirvieras con una copa de vino blanco o cava.
—¿Dónde conseguiré vino?—hice un mohín mirando nuestra creación.
—Ven conmigo.
Ella tomó el pomo de la puerta y salió del penthouse conmigo detrás de ella. Bajamos hasta la recepción y se acercó a Rosy con una gran sonrisa en el rostro.
—Hola, Rosy—saludó Isabel a la chica del otro lado de la mesa.
—Hola, Isabel. Y hola a ti también, Rachel—corresponde la castaña y le hago un ademán.
—Hola, Rosy.
—¿Se les ofrece algo?—preguntó la recepcionista recostándose en su silla.
—Rosy, ¿Aún está la bodega de almacenamiento de vino del señor Parks?—indagó la morena.
—Sí, claro—respondió Rosy buscando entre el desastre de llaves que tenía en su mesa y nos extendió una con un llavero de barril—aquí tienen.
—Gracias, Rosy—agradeció Isabel y ambas nos fuimos conmigo siguiéndola como perrito faldero.
Isabel entró al ascensor y marcó el botón de PB. Salimos del mismo cuando las puertas se abrieron y avanzamos por el oscuro pasillo bajo el edificio. Nos detuvimos frente a una pequeña puerta de madera y ella la abrió con la llave que le había dado Rosy.
Del otro lado había una escalera antigua de madera; en realidad todo era de madera. Y en el fondo de las escaleras yacían estantes con grandes variedades de vinos. Isabel empezó a bajar y tomó una de las botellas mostrándome su etiqueta.
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Experimento Número 7 [#1 Bilogía Experiment] (EDITANDO)
Paranormal¿Crees en lo imposible? ¿Crees que es malo ser diferente? ¿Sientes que nadie entiende tu dolor? ¿Sientes como tu mundo se derrumba? La sociedad está podrida, y el ser diferente no es un delito. Un simple experimento salido de control escapa de uno d...