♤You ruin my life by not being mine♤

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Área 51

Ala Seis/Habitación de aislamiento

8:00 a.m.

Abrimos la puerta de la habitación de aislamiento y gracias a Dios Niall tomó la clave de acceso del cuarto antes de desactivar las funciones de Viki.

La habitación era de luz blanca al igual que las paredes. La temperatura era baja, por ende, hacia mucho frío. Visualice mi alrededor y por todos lados habían muchos tipos de maquinarias de última tecnología, al igual que una gran variedad de sustancias y utensilios científicos.

Niall me tocó el hombro y señaló el centro de la habitación, en donde yacía una silla con una persona atada de manos y piernas a ésta. En su cabeza habían varias barras de metal a su alrededor y por todo su pecho se encontraban electrodos adheridos a su piel.

Él tenía los ojos cerrados, su tez permanecía tan pálida que podría confundirse con un cadáver, su cabello rubio oscuro estaba todo despeinado y podía oír sus continuos quejidos sobre la silla mientras se estremecía sobre ella.

Respiré hondo mirando a Niall, quien asintió con la cabeza para que lo despertara.

Comencé a subir los escalones del centro que me llevarían hasta su silla. Me detuve frente a él mirándolo con detalle. Parecía muy decaído.

Este era un Ocho completamente diferente al de mis recuerdos.

Junto a su silla se encontraba un panel de control. Oprimí un botón verde, el cual se suponía que lo liberaría de la silla. Al notar que no reaccionó ante la pérdida del contacto frío metal de los grilletes, proseguí en quitarle el casco de metal que le rodeaba la cabeza. Me incliné sobre él para hacerlo, pero con el mínimo movimiento de acercamiento, siento un fuerte apretón en mi muñeca.

—Aún no es mi hora de juegos, Susana.

Era Ocho quien tenía un agarre forzoso sobre mi muñeca. Su voz salió ronca y cansada. Él aún no había abierto sus ojos, pero de igual manera no aflojaba su poderoso agarre.

—Ocho...—susurre su nombre.

Él abrió a la par sus ojos como si fueran dos gigantes canicas y me miró fijamente como si hubiese oído o visto algún fantasma.

Soltó mi muñeca y subió su mano hacia mi mejilla acariciándola suavemente como si pensara que fuera una ilusión.

—Siete.... En serio eres tú—sonrió detallando cada rasgo de mi rostro.

—Ocho—musité colocando mi mano sobre con la que él acariciaba mi mejilla—Estoy aquí. He regresado. No sabes cuanto lo siento; no sabía que todo esto pasaría. Yo solo....

Colocó su dedo sobre mis labios para que no siguiera.

—Ya calla. Continuas siendo igual de parlanchina—bromeó y no pude evitar sonreír.

—Pensé que era el único que lo creía—se burla Niall del otro lado de la habitación y Ocho ladeó la cabeza para ver detrás de mí.

—¿Has hecho aliados?—me sonrió y asentí con la cabeza.

—Déjame sacarte de aquí—le dije y lo despoje de todas las cosas que lo tenían atado.

Cuando terminé de soltarlo completamente, él se levantó de la silla estirando todo su cuerpo exageradamente y bajando los escalones con rapidez.

—¿Pero cuánto tiempo llevaba en esa silla?—se quejó pasándose las manos por el cabello.

Él tomó una bandeja de metal y lanzó todas las cosas que ésta tenía sobre ella al suelo y observa su reflejo a través de lo metálico de la bandeja.

Experimento Número 7 [#1 Bilogía Experiment] (EDITANDO)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora