Los escasos días que estuvieron juntas antes de navidad pasaron volando y cuando quisieron darse cuenta iban de camino al aeropuerto.
Empezaba ser algo muy habitual en ellas las despedidas en estaciones y aeropuertos, pero esta la estaban viviendo con especial melancolía.
La morena apenas llevaba cuatro días en Elche y ya les tocaba volver a despedirse para otros diez días más, y esto, era algo que las había tenido especialmente apagadas durante todo el día.
No es que no pudieran vivir la una sin la otra, pero sentían que con ellas sus vidas mejoraban, pues podían pasarse el día entero juntas sin hacer nada y seguía siendo un día increíble, simplemente por haberlo pasado juntas.
-Nat, que te vas a ver a tu familia, no a trabajar- la abrazó apurando los últimos minutos antes de verla desaparecer hacía el control de billetes.
-Pero te voy a echar de menos igualmente- un puchero sincero se instaló en su boca- hemos estado un montón de tiempo separadas y ahora otra vez.
-Ala exagerada, no han sido ni dos semanas- intentaba suavizar la pena de su chica, aunque por su parte fuera la misma.
-Pues eso, un montón, y ahora otros diez días más y no quiero- habló con voz de niña.
-Yo también te voy a echar de menos, pero ahora mismo me tienes allí contigo.
-Me he puesto hasta una cuenta atrás hasta el día que tenga que ir a por ti a recogerte.
- ¿De verdad? - reía por las ideas de su chica.
-Claro, así lo vivo con más emoción.
-Vida te tienes que ir - afirmó mirando la hora-
- ¿Ya? - miró también ella el reloj y suspiro cuando comprobó que, efectivamente se había acabado su tiempo-
Tiró de su cuerpo para abrazarla fuerte y dejarse abrazar por la misma fuerza. Dejo varios besos en su cabeza y finalmente unieron sus bocas en un beso que sabía a despedida, pero también a esperanza al saber que en no faltaba tanto para su reencuentro.
- ¿Ya se ha ido la cuñi?- preguntó nada más verla entrar a su salón y dejarse caer al sofá buscando abrazar su abultada barriga.
-Si- contestó sin poder disimular la tristeza.
Marina se quedó unos segundos pensativa mirando a su hermana, pues no le había gustado mucho ese gesto profundamente triste en su cara ya que le hizo revivir otros tiempos.
Tiempos que pensaba ya superados, pues hacía mucho que veía a su hermana como una mujer fuerte , y sin ningún tipo de dependencia emocional hacia otras personas y que veía que podía ser perfectamente feliz sin una pareja al lado.
-Alba...- llamó su atención- Es navidad, es normal que se vaya con su familia.
-Ya si ya lo sé- contestó despreocupada sin darse cuenta de por dónde iban en realidad las palabras de su hermana.
-Y tú te vas en nada también con ella.
-Que ya lo sé, pero no se... va a ser casi un mes sin vernos en total.
-¿Pero entre vosotras está todo bien no?
-Claro ¿A qué viene esa pregunta? - levantó la cabeza extrañada.
-Pues que, si estáis bien, y no os ha traído problemas la distancia por todos los viajes que hace Natalia por trabajo, no entiendo mucho tu cara ahora mismo.
-Joder Marina, creo que tengo todo el derecho del mundo a echar de menos a mi novia ¿no?
-Que no es eso Alba... claro que puedes echarla de menos, pero no así, que veo la cara que tienes y me trasmites una tristeza que me da miedo. Que no se ha ido a la guerra, se ha ido a estar con su familia, y tú en nada te vas con ella.- intentaba explicar su preocupación- Entiendo que la eches de menos ¡Faltaría más! Pero no entiendo que afecte tanto a tu estado de ánimo su presencia o no en tu vida, creo que no deberías permitirte eso.
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Fanfiction"Algo que parecía sencillo en un comienzo, pero que terminó marcando tu vida para siempre"