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Natalia entró a casa buscando por fin la calma que tanto necesitaba. ¿Que coño acababa de pasar en ese vestuario? Nunca había agradecido tanto las duchas individuales en un gimnasio. No solo se había excitado viendo a Alba, si no que tenía la sensación de que Alba había notado algo. 

Se había comportado de una manera que se podía definir de todo menos natural. Se había dado cuenta de como la rubia había intentado remontar la situación y como finalmente se había dado por vencida cuando después de varios intentos de mantener una conversación normal con ella mientras se secaban el cuerpo había optado por callarse, girarse y vestirse en silencio. 

En cierto modo agradeció este gesto, pues la sensación de mareo era real, y ya no podía identificar si era del esfuerzo del deporte o del esfuerzo que estaba haciendo intentando disimular su excitación.

Una vez vestidas la vuelta a casa fue bastante normal y distendida, pero igualmente necesitaba separarse de ella urgentemente para volver a acompasar su respiración con normalidad.

Sentía que no podía cagarla de esa manera.No podía permitir que Alba sospechase nada, pues no estaba dispuesta a distanciares de la rubia. Se puso en su situación, y sería bastante incomodo descubrir que una amiga o un amigo tan cercano de repente te dice que siente algo por ti. Ni quería ni podía poner a Alba en esa tesitura de tener que rechazarla... Aunque siendo sincera, verse intentando algo con Alba era algo que aun la incomodaba. Una cosa, era reconocer esos sentimientos nuevos hacia una mujer por primera vez en su vida. Otra muy diferente era querer hacer algo con esos sentimientos. 

No. Definitivamente no estaba preparada para esto, así, que decidió intentar disimular de alguna manera por si acaso Alba había notado algo esta noche. Se inventaría algún cuelgue imaginario de alguna aplicación de ligar por Internet  o algo se le ocurriría, pero necesitaba con todas sus fuerzas que Alba no sospechase nada.



Alba fue directa a la cama nada mas llegar. No tenía ni  hambre . Se le había cortado todo de golpe. Ahora el agobio del trabajo le parecía una minucia al lado de lo que creía haber visto.
¿Enserio la Mari tenía razón y Natalia la miraba de forma diferente? Definitivamente esta noche creyó ver que si. O eso pensó cuando  tuvo que hacer acopio de todas su fuerzas para normalizar la situación y fingir que no estaba nada nerviosa por tener que desnudarse y ver desnuda a esa diosa egipcia. Lo que encontró para su sorpresa fue una Natalia mirándola con una cara que no sabría como describir. Le pareció ver deseo en su mirada, y si no era deseo era algo muy parecido. 

Lo mismo volvió a ver cuando salió de la ducha, Alba quedó unos segundos paralizada al ver a Natalia envuelta en una toalla, que si no era diminuta, en el cuerpo de la morena  si lo parecía.  Alba sintió su bajo vientre palpitar e intentó sacar algún tema de conversación  rápido fracasando en el intento, así que optó  por dar la espalda a la morena para intentar evitar una situación mas tensa de la que ya se estaba poniendo por momentos.

Había estado todo este tiempo negándose a pensar que había una mínima oportunidad de que Natalia se sintiese atraída por ella, pero después de lo vivido hacía apenas  media hora ya no sabia que creer ni pensar. 

¿En serio Natalia se sentía atraída por ella? No, no podía ser. No quería creerlo. No quería hacerse ilusiones. 

Aunque, ¿Le haría ilusión? ¿Estaría de verdad dispuesta a pasar otra vez por la misma historia de cambiar de una amistad a un amor?. 

Estaba claro, que nada tenia que ver con Dani. Si esta vez algo salía mal, no había un pasado ni un circulo de amistades en común. Pero viendo la sensación de agobio que sentía ante la posibilidad de perder a Natalia si algo tenia claro es que no podía permitirse que esto pasara. Y esto era algo que le asustaba realmente, pues sabía que si la morena se atrevía a dar un paso, ella no tendría fuerzas para pararla. 

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