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Siguió los carteles que fue encontrando por los pasillos y no lo costó nada llegar a la cafetería. Con los nervios había salido de la habitación sin preguntar hacía donde tenía que tirar, pero para su suerte todo estaba muy bien indicado.

Nada más entrar vio a Julia sentada tomando un refresco. Se levantó de un tirón en cuanto su mirada se cruzó con la de la rubia y no tardaron en darse un largo abrazo cuando se vieron.

Julia se separó un segundo y buscó la cara de su amiga para asegurarse que todo estaba bien, pues la necesidad de abrazo que estaba notando en ella la preocupó un poco.

-¿Estas bien? ¿Por qué has llorado? - preguntó fijándose en nariz aun un poco enrojecida y las bolsas en sus ojos - ¿Cómo está la larga?

-Está bien- se le escapó una sonrisa al escuchar todas las preguntas de golpe- ¿Tanto se nota que he llorado? - preguntó tocándose la cara

-No se nota mucho, pero yo si te lo noto... - afirmó volviendo a abrazarla- Bueno cuéntame- pidió tomando asiento

-Aparentemente todo está bien, pero hay que esperar un poco aún- suspiró mientras lo decía y se dejaba caer agotada en la silla.

-Sí,  eso nos han contado sus padres. ¿Pero tú la ves bien no? ¿No le notas nada raro? - preguntó asegurándose que no había secuelas.

-Todo en orden tranquila.

-¿Estas mejor ya?- preguntó mientras la agarraba de la mano preocupándose por ella, recordando la angustia y el miedo que vivieron la noche anterior.

-Sí- afirmó emocionada- pero he pasado tanto miedo que aún me dura el susto- se sinceró con su amiga- Encima me he dormido antes, y he soñado que estábamos en la habitación y llegaba su padre y nos pillaba, se lo tomaba fatal y nos decía de todo... a mi no me podía ni ver- se estremeció al recordar el sueño- y... y Natalia entraba en crisis y moría sin yo poder hacer nada por pedir ayuda- se le quebró la voz al final después de soltar de carrerilla ese sueño del que tanto le estaba costando despertar -

- ¡Pero chocho no llores otra vez que es un sueño! - sonrió y volvió a abrazarla- no te agobies ahora por algo que no es real, que bastante pasaste ya ayer... además, Mikel es un amor, no creo que si os pilla vaya a liar la de tu sueño, osea que bórrate esa imagen ya de tu cabeza antes de que te influya en tu manera de tratarle.

-Ya, ahora mismo creo que si lo veo me pongo llorar, o voy y le pego o... no se- explicaba a una Julia que la escuchaba incrédula sin poder evitar una sonrisa.

-Por cierto, este bocadillo de tortilla es para ti- dijo señalando la bandeja de la mesa- y agüita pa mi niña pa beber.

-No tengo mucha hambre- hizo un puchero al saber que la iban a obligar a comérselo.

-Lo sé, pero tienes que comer algo, que ahora vuelves a subir a la habitación y no vas a estar con el estómago vacío desde ayer.

- ¿Qué tenías que contarme? - preguntó mordiendo el bocadillo-

-Come y ahora te cuento.

-Julia... - dejó el bocadillo en la mesa- dímelo ya por favor, no puedo con más tensión hoy en mi cuerpo.

-Bueno, en realidad no es para tanto- recapacitó en voz alta- creo...

- ¡Julia venga che! - se impacientó.

-Tu padre está en Pamplona. Bueno para ser exacta está en casa de Natalia.

- ¿Qué? -Preguntó con la mandíbula casi descolgada.

KEYFRAMEDonde viven las historias. Descúbrelo ahora