A Natalia le costó un tiempo volver a reaccionar y ser consciente de su cuerpo y de donde estaba. Se sentó en un banco en la calle y trató de estabilizar sus nervios antes de acabar con los pocos pasos que le quedaban por andar hasta su postigo.
¿En que momento se había jodido todo?
No podía parar de llorar, intentaba tranquilizarse y le resultaba imposible. Vio alguna que otra persona por la calle que se le quedaba mirando sorprendida por la situación, y a ella, ironías de la vida, lo que menos le importaba en ese momento era lo que pensara la gente de ella viéndola llorar así.
Subió a casa, y sin desvestirse se dejó caer boca abajo en la cama tumbándose a llorar.
No podía quitarse de la cabeza la cara de Alba preguntándole si se avergonzaba de ellas.
De lo único que se avergonzaba era de sus inseguridades de mierda, que acababan de hacerle perder a la única persona de la que se había enamorado en su vida.
Una de las cosas que mas le había dolido, fue que Alba no le creyese cuando por fin se atrevió a decirle en voz alta que le quería.
Maldijo no haber tenido valor para decírselo antes, tal vez las cosas habrían sido muy diferentes.
Le tendría que haber contado todas las inseguridades que llevaba sintiendo los últimos días, tendría que haber sacado tiempo de donde fuera y tal vez, hablando las cosas desde la tranquilidad todo habría sido muy diferente.
Entendió la falta de comunicación que habían tenido. Ella daba por supuesto, que cuando hablaron de ir poco a poco, Alba entendía a que se refería, y por eso respetaba sus tiempos y nunca la había tratado en público de ninguna forma romántica. Pero no, se acababa de dar cuenta que para la rubia había sido toda una sorpresa y una decepción que no la dejara besarla en público.
Y esto sin duda era lo que mas le dolía. Haber decepcionado a Alba. Haberle hecho daño. No podía pensar en como estaría la rubia ahora. Quería llamarla. Necesitaba hablar con ella y explicarse, pero entendía que tenía que respetar que Alba le hubiese pedido tiempo para pensar en lo que quería hacer.
Empezó a sentir que le costaba respirar mas de la cuenta, sabía que estaba sufriendo un ataque de ansiedad, así que cerro los ojos, y se concentro en su respiración haciendo inspiraciones y exhalaciones lentas y profundas hasta que logró calmarse.
Necesitaba hablar con alguien, o iba a volverse loca. Mandó un whatsApp a Marta para ver si estaba despierta pues no quería llamarla y asustarla a esas horas. Pasados unos minutos sin obtener respuesta entendió que su amiga o estaría de fiesta o dormidísima, así que la descartó como salvavidas.
Miró el reloj, hacía poco mas de una hora que se había separado de las chicas... Tal vez era el momento de desahogarse con alguna de ellas, y empezar a ser sincera por fin...Natalia Lacunza
Julia estas despierta?
Julia Alba
Si ha pasado algo?
Antes de contestarle, la pantalla de su teléfono se iluminó con una llamada entrante.
-Natalia ¿Que pasa? ¿Estáis bien?
-No - logró decir con la voz quebrada
-¡Natalia me estas asustando, le ha pasado algo a Alba ¿Donde estáis?
-No no tranquila, yo estoy en casa, Alba supongo que esta en la suya, hace un rato que nos despedimos... - le explicó sin saber muy bien como continuar-
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Fanfiction"Algo que parecía sencillo en un comienzo, pero que terminó marcando tu vida para siempre"