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Se levantó para abrir la ventana y que corriera algo de aire. La llegada del verano era más que inminente y el calor empezaba a apretar.

Había pasado mala noche ya que apenas había dormido por culpa de Natalia. Bufó al mirar a su mesa y ver la torre de papeles que ocupaba cada espacio de la madera, menos mal que ya era viernes y estaba a escasas horas de marcharse de ese despacho y poder echarse una más que merecida siesta y después olvidarse de todo por unos días.

Nueve meses después de su inauguración ya podía afirmar que la cadena de producción de calzados Lux estaba siendo todo un éxito.

Más de una decena de mujeres habían pasado ya por su empresa para aprender un oficio y ser posteriormente reinsertadas en el mundo laboral con diversas de las fabricas con las que habían firmado los convenios antes de que todo se pusiera en funcionamiento.

Cuando Natalia se ofreció para hacerle diseños y ayudarla a arrancar usando también su nombre, no pensó en los problemas que a su vez le iba a traer esto.

La principal razón por la que se creó calzados Lux, fue para ser un lugar de paso donde aprender un oficio y continuar su camino.

No pretendían ser una fábrica con una gran producción, ya que, entre otras cosas eso sería muy difícil si continuamente toda tu plantilla estaba formada por aprendizas.

Así que cuando uno de los diseños de Natalia acabó creando tendencia gracias a una conocida influencer, se vieron desbordadas por la gran cantidad de demanda que estaban recibiendo sin ellas tener capacidad para dar respuesta.

Fueron unos momentos de dudas, pues la calidad estaba por encima de la producción y no podían permitirse sacar algo al mercado bajos las iniciales NL si no cumplía con los estándares que su nombre debía llevar y mantener.

Finalmente, y gracias a la ayuda de Martinello pudieron dar respuesta a todos los pedidos  que tuvieron en ese momento.

Tras esta avalancha de ventas, decidieron publicitar los modelos de Natalia como ediciones limitadas para evitar verse desbordadas como ya les estaba empezando a pasar con todos sus diseños.

Vio la pantalla del teléfono iluminarse. El sonido diferente que tenía asignado para los WhatsApp de Natalia le indicó que se trataba de un mensaje de su chica.

Natalia

(foto)

Mira con quien estoy comiendo 🥰 

Una foto de la pequeña Carla junto a Natalia fue la responsable de que se le pasaran un poco las ganas de matarla que había tenido durante toda la mañana y en su cara se instalase una sonrisa boba.

Amplió la foto para fijarse mejor en los detalles, y fue directa a su fondo de pantalla cuando comprobó lo bien que salían las dos.

Alba

Hombre! Si estas viva!

Pretendes ablandarme con una foto?

Muero de envidia😍

¿Qué haces en casa de mi hermana?

Te imaginaba muerta con resaca

Natalia

Me he venido a ver a la sobri

Y ya me quedo aquí y como con ella

Alba

Que te daba miedo comer conmigo?

Natalia