La semana había empezado como una mas, pero estaba siendo diferente a todas.
Seguían trabajando codo a codo juntas, con la diferencia que ahora Natalia estaba mucho mas atenta a su cuerpo y a sus reacciones cuando se encontraba junto a Alba.Si algo tenia ya totalmente claro, es que no veía a Alba con los mismos ojos que veía a sus amigas. Estaba empezando a aceptar que su cuerpo reaccionaba de manera diferente a su cercanía, y ya habían sido varias las veces que ella misma se había sorprendido mirando fijamente la boca de Alba.
La Navarra se sorprendía de las horas del día que dedicaba a pensar o a acordarse en la ilicitana.
Días antes, había decidido salir de compras para decorar un poco su nueva casa. Aunque fuese algo pasajero, quería sentirlo mas como un hogar y fue a varias tiendas a buscar algo.
No se quiso complicar, no era en realidad su casa, no hacía falta una gran decoración, así que decidió visitar varios bazares chinos y de ahí sacó pequeñas ideas.
El problema fue, que mientras paseaba por los pasillos, cada cosa que veía le recordaba a Alba o pensaba lo bien que quedaría en su casa. Varias veces estuvo apunto de comprarle algo, cosa que rechazó enseguida por pura inseguridad de no saber como aceptaría Alba un regalo venido de la nada y sin excusa aparente.
En realidad, esta inseguridad venía dada por esos sentimientos que se estaba empezando a reconocer y la inocencia de creer que podría resultar sospechoso hacer eso.Otro día entró a una droguería a comprar productos de limpieza para su casa y para ella, y un olor familiar le hizo dar un vuelco en su interior. Cogió el frasco de perfume y se acercó para olerlo mas profundamente, pues se había dado cuenta que era el perfume que usaba Alba.
Este echo fue bastante revelador para ella. Su cuerpo había reaccionado a ese olor de una manera sorprendente. Se echo un poquito de perfume en ambas muñecas, y estuvo lo que quedaba de tarde oliendo el perfume y notando como cada vez que lo olía su cuerpo volvía a reaccionar.
Pese a todas estas novedades en la nueva vida de Natalia, lo que llevaba de semana había estado realmente cómoda con Alba.
Si algo temía ella, era que algo cambiase en su relación por esto que estaba empezando a sentir. Pero de momento lo estaba llevando bastante bien, estaba segura de que Alba no sospechaba nada, y por su parte ella nunca le diría nada, así que todo estaba bien.Si algo tenía claro, es que no pensaba dar un paso mas con ella. No estaba dispuesta ni preparada para intentar nada. Ella tenia claro que el sentimiento que predominaba dentro de su corazón era el de la gran amistad y la conexión brutal que las unía. Aceptar que se sentía atraída por ella no era suficiente para querer nada con ella.
Además tenía muy claro, que porque Alba fuese bisexual no significaba que ella tuviese sentimientos parecidos a los de ella.
Por todo esto pensaba que lo mejor era seguir como hasta ahora, y rezar porque su cuerpo se acostumbrase a su nueva manera de ver a Alba pronto.
Alba había levantado la cabeza de su montón de papeles para comprobar que Natalia seguía con la mirada perdida como las 2 ultimas veces que la había mirado en los 10 minutos anteriores, y esta vez no pudo evitar reírse haciendo de esta manera que la morena volviese a reconectar con el mundo real.
-¿Que pasa? ¿Estaba empanidísima verdad?- preguntó Natalia mientras sonreía al darse cuenta que llevaba demasiado tiempo en su mundo perdida.
-Tu cara- dijo Alba entre carcajadas- estabas muy muy empanada, pero que tenias hasta la boca abierta y todo- dijo imitando el gesto de su cara abriendo la boca mientras se reía escandalosamente- nena estabas en una especie de trance o algo.
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Fanfic"Algo que parecía sencillo en un comienzo, pero que terminó marcando tu vida para siempre"