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Shoto Todoroki no era alguien de hacer amigos. Para el todos y cada uno de los presentes en su clase no eran más que estorbos entre su meta y él. Su vida era aburrida y monótona. Despertar entrenar, desayunar, ir a clases, comer, estudiar, entrenar y dormir.

No fué si no hasta el ataque de la USJ que algo le llamo la atención.

El beta Izuku Midoriya, tenía un poder muy similar al héroe número uno y obsesión de su padre, All Might.

Le empezó a prestar mayor atención al chico, se suponía que el profesor lo había catalogado como un sin particularidad pero al parecer no era así, pues su don parecía ser super fuerza o algo similar. Resultó también ser un beta bastante listo como para rivalizar con Yaoyorozu e Iida quienes eran los mejores de la clase en cuanto a estudios y en los exámenes los supero. Aún así era bastante energético y amistoso pues no tardó en llevarse la atención de sus compañeros de una u otra manera. Este no dudaba en ningún momento en ayudar a los demás, acompañarlos a entrenar, incluso llegando a darles consejos al mencionarles cuáles eran sus deficiencias y como podrían mejorarlas. Llegó al punto en el cuál su mirada siempre lo buscaba durante las clases y hasta a su alfa le llamo le resultó interesante.

Durante el festival deportivo se tuvo que concentrar, el verlo correr en la pista de obstáculos detrás suyo no fue opción, así que cuando este beta logro usar una velocidad fuera de lo común sin que aparentara usar su don y luego ganar el primer lugar con ayuda de impulso de las minas, logro que su lobo lo reconociera como alguien digno de respeto y muy suicida.

El como se defendió y guío a su equipo en la pelea de caballos, consiguiendo aún más puntos y dejar atrás sus intentos de quitarle la banda lo llevo a desear enfrentarlo uno contra uno, para ver si realmente no se estaba equivocado al tomarlo como un rival potencial.

La aparición de su padre termino en una molestia y una declaración de guerra a Izuku.

Durante la pelea, aunque termino perdiendo, logro que su lobo se sintiera atraído, lleno de vida y el también, no cualquiera fuerza a su cuerpo a traspasar sus límites por un extraño (como el se consideraba para el chico).

En definitiva el beta Izuku Midoriya había logrado llamar su atención y dejo huella en todo su ser.

Se fue acercando poco a poco a su grupo, volviéndose en su amigo, actuando de manera más abierta con sus compañeros. Todo por el apoyo de Midoriya.

Llegó a hablar de él en sus cartas a su madre y está en una visita pidió conocerlo. Al comentarle esto al pecoso acepto sin lugar a dudas.

Ahora se encontraban en el hospital con su madre quien parecía más encantada con el beta cada vez que la visitaba era así desde la primera vez.

- Te gusta Midoriya - afirmó Rei una vez el pecoso salió de la habitación para buscar unas bebidas a petición de ella para poder comer mejor el regalo del chico-

- ¿Cómo te diste cuenta? - pregunto Shoto ya que negarlo sería tonto y el ya estaba seguro de lo que sentía por el chico era más que amistad, así que llegó a la conclusión de que le gustaba-

- La forma en que lo miras, como tus ojos brillan cuando te mira y sonríe - una pequeña sonrisa aprecio en el rostro de la mujer- Aunque no estuve contigo mucho tiempo, estoy completamente segura, son los mismos ojos con los que Fuyumi habla de su pareja-

- ¿Crees que el se sienta igual que yo?- pregunto esperanzado de que ella notara lo mismo en su compañero-

- No estoy del todo segura - hablo con pesar- pero por lo que me cuentas en tus cartas y como lo e visto aquí, él te tiene un gran cariño, tal vez solo necesite el impulso adecuado para que se convierta en amor - tal vez darle esperanzas a su hijo no estaría mal-

El secreto de la academia YueiDonde viven las historias. Descúbrelo ahora