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Favor de revisar las notas al final.
Gracias a alicornia63 este capítulo no tardó más de un mes. (Lo que hubiera pasado posiblemente)

Sin más disfruten de la lectura.
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Un omega en celo es realmente sensible a todo tipo de estímulos y el rechazo era uno.
El escuchar a varios de los alfas que antes estaban totalmente seguros de estar a su lado caer presas del miedo fue... Desgarrador.
Más de una vez les pregunto si estaban seguros de tener... Ya no estaba seguro de llamarlo una relación tal cuál pero, nuevamente, no sabe de qué se sorprende, nadie podría aceptar ser compañero de alguien con tantos alfas. ¡Y aún faltaban más! Se sentía algo culpable, puede que varios de ellos se vieron en una relación puramente monogama Onno eran tan partidistas de la poligamia cómo lo hicieron ver.
Llegando a la habitación entro y cerró la puerta dejándose caer en ese nido hecho con tanto cariño, tan grande que fácil cabrian cuatro personas, para que pudieran estar comodos... ahora tan vacío y frío. Observó con detenimiento la ampolleta que saco con su mano temblorosa del paquete recibido.
El medicamento que pidió a su doctor, era uno que deseo no tener que utilizar, era únicamente por emergencias, pero dadas las circunstancias podría terminar usándolo de verdad.
Ese medicamento lo ayudaría a sobrellevar el rechazo que sentiría su Omega interno al no ser marcado y también a mantenerlo en un estado sedado si aplicaba más de una ampolleta al día, lo normal serían dos o tres en caso de emergencia. El medicamento era tan fuerte que si lo aplicaba de forma descuidada, pondría a dormir a su yo interno por un largo tiempo, afectando horrible a sus hormonas. Aunque era mejor que la alternativa de la posibilidad de muerte.

Su Omega estaba sollozando, lo podía sentir, son uno, pero aún así separados, el “él” espiritual y el “él” racional. Admitía sentirse triste pero gracias a su él interno estaba lo suficiente aturdido para ser incapaz de asimilar por completo la carga emocional. Aún así había algo más rugiendo de molestia dentro de él o al menos eso sintió. Esto era raro pero, teniendo en cuenta su situación, era posible que alguno de sus alfas fuera el culpable, posiblemente a causa de tener que estar con alguien como el.

Oh, ahí estaba, su lado depresivo apareció en el momento perfecto. Sabía lo que era y que pensándolo fríamente, era comprensible la duda y miedo en su pareja, que ellos ya le habían demostrado su interés genuino, pero en este momento ya no era su ser racional quien dominaba, era su ser espiritual.
Así funcionaba, aún conciente de todo, de lo afortunado que uno podía ser, el sentimiento de tristeza y desolación ahogaba todo, en el peor de los casos, sus pensamientos racionales solo le hacían sentirse mucho más culpable.

Las lágrimas cayeron una tras otra en lo que parecía un río por su rostro.
Observó la ampolleta con más atención y un pensamiento cruzo por su mente.
Si su omega que se estaba haciendo cargo de la carga sentimental se veía obligado a dormir... ¿Podría dejar se sentir esa opresión en su pecho?
Su espalda estaba ardiendo.

Duele”

“Duele”

“Arde”

“Duele demasiado”

“¡Quema!”

Mordió su labio hasta hacerlo sangrar,

No es suficiente

Su lengua fue la siguiente.

Los dientes y colmillos más afilados por su ciclo se abrieron paso a través de la piel hasta el músculo en su brazo.

El secreto de la academia YueiDonde viven las historias. Descúbrelo ahora