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Cómo cuando pones un capítulo en la noche y ya hay tres me gusta.

Mis neuronas:

¿Lo escribimos?
Lo escribimos
¿Pero y el pase?
Me duele la muñeca
Escribimos el nuevo capítulo y se acabó.

Yo: ok...

_______

Un silencio sepulcral inundo la habitación. La sorpresa ben los dos estudiantes de Yuei y la profesora fue bastante grande y Shindo no comprendía el porque. ¿No es común negarse a algo así?

- ¿P-puedo saber la razón?- pregunto el peliverde aún conmocionado-

- Veamos, a mí me parece muy lógico pero tengo que explicarte lo, ¿Tu inteligencia se redujo por ser omega? O simplemente ya das por sentado que todos aceptarán de buenas a primeras- respondió agresivo

- ¡Shindo! - reprendió la maestra

- ¿Qué? Solo le digo la verdad, no por ser un Omega y mi supuesto destinado voy a caer a sus pies a rogar que me deje marcarlo-

- Será mejor que te calles ahora-

- Y aquí otro cliché ¿Qué sucede? ¿El pequeño Omega no se puede defender solo sin su alfa?

- Shindo estás yendo demasiado lejos -

- ¿Lejos? Esto no es nada, el y yo solo somos extraños, nos hemos visto una maldita vez y ahora resulta, ¡que somos destinados! Esto es una mierda me largo - se levantó y salió de o habitación cerrando de golpe.

- ¡Tú..

- ¡Yō!

Ambos, alfa y maestra estaban por correr tras el pero el peliverde los detuvo.

- Déjenlo-

- Pero  Midoriya...

- Izuku..

Ambos enmudecieron al ver las lágrimas caer por ese hermoso rostro, más el alfa que luchaba por ir a la caza de ese idiota o quedarse a comsolar a su pared, lo raro es que el no se sentía consumido por la tristeza.

- ¿Le pasó algo a Shindō? El está sufriendo mucho...

- Pues

- Por favor dígame

- Te contaré solo por qué creo podrás ayudar a Shindō pero no sé los detalles.

Mientras tanto el alfa se encontraba corriendo frustrado por las calles, evitaba a las personas y seguía un curso incierto pues su vista estaba empañada a causa de las lágrimas.

Maldito destino que lo unia a otra persona

Maldito mundo que a partir de ahora lo vería mal por dejar a su destinado

Malditos dioses por crear los lazos

Maldito su lobo que lloraba y rogaba por ir con si pareja.

Y maldito sea el por hacer llorar a alguien inocente.

Se detuvo enfrente de un árbol y a pesar de como sería mirado empezaba a golpear el tronco con toda su fuerza.

Se tía dolor y ardor de las astillas incrustandose en sus puños, pudo sentir la sangre bajando por sus dedos pero no sé detuvo.

- Shin.. - un voz conocida con tono dulce lo llamó y una mano suave detuvo su brazo- detente te estas haciendo daño

- Tatami ...

Sus golpes se detuvieron de inmediato pero su lobo gruñía por dentro al ver a la responsable de la inestabilidad de su otro yo.

- ¿Por qué me detienes?-

El secreto de la academia YueiDonde viven las historias. Descúbrelo ahora