10.10

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Era sábado en la mañana, me levanté y me puse mi ropa deportiva, listo por mi entrenamiento matutino. Soy conciente que me falta mucho por alcanzar el nivel de mis amigos y por eso me debo esforzar el doble.

Llegué justo cuando Bakugo se retiraba a las duchas, parecía un poco malhumorado así que me acerque par hablar con el.

- ¿Qué quieres pelos de mierda?

- Bro ¿Qué sucede?, Desde que Mido-bro y tú se volvieron pareja estuviste de buen humor-

- Eso no te interesa-

- Me interesa porque somos amigos -

Tras eso Bakugo se detuvo, dió un suspiro frustrado.

- Salgamos hoy a los videojuegos-

Yo sabía que era porque quería hablarlo en privado, así que no insisti más y lo deje ir a las duchas. Me gusta pensar que Katsuki y yo somos mejores amigos, que nos teníamos la confianza para contarnos todo. Recuerdo bien como una vez logré que se abriera después de una pelea con Izuku, al parecer lo había dejado en mal está físico y psicológico que no hizo falta mucho para que me contara todo. Su frustración, molestia, enojo consigo mismo, el cariño reprimido durante su infancia, incluso el abuso que realizó. Esa vez estuve molesto y le lance un golpe en nombre de todos los abusos que aguanto Midoriya y es que con su sonrisa jamás hubiera pensado lo que pasó a manos de su amigo de la infancia. Luego me tuve que disculpar porque si Izuku no había hecho nada fue su decisión.

Justo cuando su plática se termino, volvió a su entrenamiento y Bakugo había marchado a las duchas, llegó una de las grandes alegrías del 2-A al gimnasio. Izuku Midoriya entro observando al rededor, sabía que si iba con el posiblemente terminaría atrasado más en su entrenamiento así que por ahora se mantendría su convivencia en solo lo necesario como lo había hecho la clase desde que Deku empezó con su búsqueda de parejas.

Pudo escuchar al poco rato una plática, un poco incómodo miro de manera disimulada, posiblemente no era muy masculino de su parte espiar a sus compañeros de clase pero la curiosidad le mataba. Apretó los dientes con fuerza al escuchar que tendrían una salida, posiblemente trate de sacar ventaja de la situación y eso era molesto. Eijiro de sentía frustrado pues él también deseaba pasar tiempo con el menor pero por una plática con Midnight les había mencionado que la posibilidad de desarrollar sentimientos falsos por el peliverde era casi seguro debido a sus fuertes feromonas.

Muchos de sus compañeros estaban confundidos en sus sentimientos a causa de eso y el también.

Paso el entrenamiento, tomo una ducha y disfruto la comida preparada para él. Le mando un mensaje a su amigo de ojos rubí para acordar a qué horas saldrían, eran las 11 aproximadamente y su salida seria hasta las dos de la tarde. Entonces decidió entrar a su habitación en dónde dejo caer su ropa inferior y se miro en el espejo. Justo en la parte baja de su cuerpo en su cadera llegando casi a la unión con su muslo había una marca que se podría interpretar como sensible, la acaricio con cuidado y se sintió triste, no tenía la menor idea de quién podría ser. Cuando la vio, después de su último celo, se sintió un poco decepcionado, esperaba tener una marca más clara de quién era su destinado pero simplemente no fue así. En ese momento también había empezado a desarrollar sentimientos por el peliverde, ese solecito que logro ayudarle a aclarar ses sentimientos con su estrella Bakugo y con el cuál pudo convivir más durante los entrenamientos especiales de Tamaki, donde se dió cuenta de todo con lo que cargaba. Pero con esa marca en su cuerpo tenía que mantener la idea de que su destino posiblemente no sería con el.

Toques en su cuarto lo hicieron volver a acomodar su ropa en su lugar para abrir encontrando a su sensei Midnight con un pequeño sobre y su bonita sonrisa.

El secreto de la academia YueiDonde viven las historias. Descúbrelo ahora