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¿Qué tan mala suerte podían tener los Alfas de Izuku para tener que soportar como los separaban de su amado omega durante dos semanas? No estaban seguros, aceptaron de mala gana gracias a que (tras una larga plática) el director los convenció de que era lo mejor para Izuku. Literalmente Izuku seria llevado durante una semana a buscar a más de sus compañeros haciendo una pausa en la academia. Y esto ¿Por qué? Fácil el pequeño Omega se sintió abrumado por la cantidad de miradas que recibía por parte de alfas dentro de la academia así que en busca de hacer "limpieza" en la escuela.
Claro que esa limpieza, en realidad se trataba de una rápida búsqueda y captura de alfas para borrar cualquier rastro de que Izuku fuera un Omega. Pero no les ocurriría nada malo a los alumnos, solo un lavado de cerebro.

Volviendo con Izuku, este estaba haciendo unos arreglos con Tamaki quien, para celos de sus otros amantes, lo acompañaría para protegerlo en caso de ser necesario. Su don adaptable y su rápido razonamiento le daban una leve ventaja sobre los demás, eso y que como profesor Shota no podía dejar su lugar.

- ¿No te parece que llevamos mucho? - cuestionó el muchacho al ver las tres maletas que llevaban-

- En dos semanas pueden pasar mucha cosas saiai - respondió seguro el alfa cerrando su propia maleta-

- Pero, son solo dos semanas, ¿Por qué debemos de llevar una maleta con supresores? El plan era dejar mi aroma libre- mencionó haciendo un puchero

- Todos sabemos que sueles tener problemas para mantenerte en control durante la noche Izuku- hablo Mirio traspasando la puerta y con esto le cubrieron la vista al menor-

- Mirio ya te pedí que entres como las personas normales - regaño su amigo de la infancia-

-Por el bien estar emocional de mis compañeros le pido no entre así senpai, la última vez nos dejó afectados - hablo Denki quien al extrañar a sus amigos se metió a escondidas a la habitación-

- ¿De qué hablas Kaminari? - interrogó Shoto que entraba a la habitación con la ropa en las manos, ya acostumbrados a esto-

- Pues nuestro senpai es muy... Grande en muchos sentidos - admite Kirishima apenado - pero claro no tan grande como yo

- ¿Qué quieres decir Kirishima? - cuestionó Izuku que se descubrió el rostro, para alivio de los demás Mirio y se había puesto su ropa en la parte inferior.

- ¿Pues de qué más? - hablo Denki pero fue callado de un golpe

- No es momento de hablar de eso Kaminari - lo reto Sero -

- ¿Qué hace el Pikachu Barato aquí?-

- Yo lo invite a venir-

- De cualquier forma yo no tengo nada que envidiarle a la copia barata de tintin - se quejo Bakugo-

Y así empezó una discusión sobre si ellos eran más imponentes que Mirio o no.

Mientras tanto Izuku solo los miro con una gotita en la cabeza, parece que ellos olvidaron que el ya había visto el potencial de Mirio más de una vez y el también era hombre, que puede concebir, pero hombre a fin de cuentas. Suspiro y tomo sus maletas listo para marcharse.

- Bien chicos nos vemos en dos semanas - declaró en voz baja para luego salir corriendo con la maleta.

Para su buena suerte los chicos discutiendo no se dieron cuenta hasta que Tamaki, molesto por ver a su amado omega irse sin ser despedido hablo.

- Son tan tontos que no se dieron cuenta que Izuku ya se fue- reclamo en voz alta, algo extraño en el pero no cuando se trataba del menor- Yo también me voy y para que estén enterados, yo le ganó en muchos sentidos a Mirio- declaró con una sonrisa altanera que dejó a varios con la boca abierta por no conocer ese lado de el.

- Bueno, eso es verdad pero aún estoy en crecimiento - respondió sonriente el rubio dando un golpe, sin querer, al ego de los demás.

- Ustedes mocosos, todos de vuelta a sus habitaciones - ordenó Aizawa al entrar a la habitación-

- ¿No es está nuestra habitación también?- pregunto Ojiro -

- Mientras Izuku no está, se reforzará está habitación para evitar problemas en el futuro- explico mal humorado el de cabello negro, a el tampoco le gustó separarse de su omega- así que no se quejen y salgan ahora mismo-

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Izuku se encontraba sentado en las piernas de su senpai, prácticamente ronroneando de gusto por los mimos recibidos de este. Caricias en la cabeza y dulces besos en la frente y mejilla. Estaban en transporte privado a petición de los alfas del pecoso, aislados del conductor por un vidrio negro reforzado.

- Saiai no importa que forma tomes eres hermoso - susurro cariñoso el muchacho, por más introvertido que fuera, si se trataba de ese chico, un lado más seguro salía a flote- pero devo admitir que tos orejas y cola te hacen ver más adorable de lo común -

- ¿Entonces me prefieres así?- el menor hizo un puchero inflando sus mejillas- pensé que te gustaba en mi forma normal - se quejo

- Claro que te prefiero tal cual eres tú, pero tienes que recordar que esto - acaricio una de sus orejas peluditas sacando un suspiro- es parte de ti también, pero como seas, siempre serás el dueño de mi corazón-

El pecoso solo atino a sonrojarse y esconder su rostro en el pecho del otro. Sonaría mal viniendo de su parte pero, de los pocos momentos que hacían latir su corazón como loco al lado de sus alfas, Tamaki llevaba la ventaja. No decía que los otros no llegaran a demostrar afecto por el de esa forma. Vamos Todoroki lo hacía a su manera, al punto de ofrecerle soba, Kirishima y Sero lo salvaban siempre de sus ataques de estrés (a causa de ciertos incidentes que prefiere evitar), con música o chistes con ayuda de Kaminari. Kacchan de repente lo sorprendía con comida sorpresa y abrazarlo, cuando nadie los veía, Tokoyami le enseño parte de su gustos, entre ellos encontró las velas aromáticas para cuando se sentía aplastado por los aromas. Shoji le daba un espacio de calma y paz en el cuál podían estar sin decir absolutamente nada, disfrutando su compañía. Ojiro contaba con alegría sobre su familia y buscaba sacarlo a escondidas para ver películas juntos. Tenya se esforzaba en ayudarle con los estudios y si se atoraba en algo, siempre podría contar con su ayuda. Mirio y Aizawa se turnaban con el para sacar a Eri a pasear y que se acostumbrara a la convivencia, pareciendo siempre una hermosa familia feliz.

Todos le demostraban cariño a su manera pero lo de Shoji, Shoto y Tamaki por alguna razón se sentía diferente a los demás, no sabría cómo decirlo más que, sincero, pues a la hora de decir un simple te quiero ellos eran los únicos que no se incomodaba y respondían de inmediato.

Tarde se dió cuenta que se había perdido en sus pensamientos pues llegaron al hotel cercano a la escuela Ketsubutsu, a la que estaría entrando por una semana.

El secreto de la academia YueiDonde viven las historias. Descúbrelo ahora