Kirishima Eijiro se encontraba ansioso, ese día pondría a prueba si Midoriya y el eran destinados. Después de estar reflexionando el fin de semana sobre sus sentimiento y pedirle ayuda a Mina, quien casi lo deja sordo con tanto grito, pudo afirmar que sentía un gran cariño real por el peliverde que tiraba al amor pero sin llegar a esto.
- No te preocupes Kiri, seguro que podrás llegar a sentir más por nuestro solecito-
- Pero Mina, ¿Si el espera más? Yo no puedo decirle que este enamorado de el, sería mentirle-
- No es mentira es solo un avance en el tiempo, te aseguro que los sentimientos irán creciendo conforme pase el tiempo -
- Pero, Mido-bro no se merece esa mentira-
- En ningún momento tienes que decírselo si no quieres ¿Está bien?- suspiro ya exasperada- solo dile que lo quieres. Se dice que el amor entre destinados aparece en poco tiempo con ayuda de sus lobos.
- Pero entonces ¿Cómo estoy seguro que son mis sentimientos o simple atracción por el destino?-
- No te preocupes Kirishima, te aseguro que te darás cuenta de eso pronto- afirmó con una hermosa sonrisa
Solo esperaba que no fuera necesario decirle al solecito que aún no lo amaba, no quería ni imaginar su carita llena de tristeza tapada con una sonrisa falsa.
Su celular sonó dando la indicación de que la hora llego. Suspiro y se miro al espejo antes de tomar dirección a la habitación donde tendría su cita.
-Bien chico, entraras ahí pero recuerda que estaremos vigilando (mentira), así que evita pasarte de listo con el joven Midoriya-
Hablo Yagi con una sonrisa presionando el hombro del chico, una sutil amenaza que fue captada por el pelirojo que asintió nervioso antes de entrar.
La habitación era sencilla, su piso alfombrado, una mesa y dos sillas. Los nervios no habían jugado bien con su mente por lo que cuando finalmente volteó a ver al chico se encontró con una mirada brillante y sus labios abiertos en una "o" que le daba ternura. Su expresión pronto fue cambiado por una enorme sonrisa que le llegaba a sus ojos mientras pronunció su nombre.
- Kirishima-kun, que alegría verte -
- Hey Mido-bro - respondió con una sonrisa nerviosa y tomo asiento en frente de chico, los nervios le ganaban así que decidió empezar con una conversación normal- ¿Qué tal te está yendo con esto?-
- Pues, - la sonrisa desapareció dejando una mueca de incomodidad- uno que otro alfa molesto que trato de utilizar sus feromonas, pero no funcionaron- una diminuta sonrisa apareció en su rostro- por eso me alegro verte entrar-
- Wow, no trataron de obligarte a algo o si?- pregunto aguantando la molestia en su pecho y los gruñidos de su lobo-
- Pues, al menos hoy no, tal vez por el miedo que le tienen a Toshinori-san en su forma de All Might- comento divertido al recordar a su futuro padrastro, también lo incomodaba pero un agradable calor se presentaba en su pecho, cosa que no sentía desde la muerte de su padre.
Una sonrisa triste en su rostro se hizo presente trayendo la preocupación al de de ojos rojos.
- Midoriya ¿Todo bien? - la preocupación era notable en su voz como su rostro.
- si, disculpa solo tuve algunos recuerdos-
- Ya veo, mira se que no soy nadie especial en tu vida o un amigo hasta hace poco pero, si necesitas desahogarte yo - un pequeño sonrojo cubrió sus mejillas- yo estaría más que feliz de poder ayudarte- se rasco la parte posterior de la cabeza-
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El secreto de la academia Yuei
FanfictionHistoria creada bajo los efectos de la madrugada con mucha azúcar. Horribles faltas de ortografía y gramaticales. Enfocado en el Dekubowl Abierto a sugerencias. Omegaverse.