El secreto de la academia Yuei

10.05

Mirio Togata se encontraba feliz pues, desde el celo de Midoriya no habían podido pasar tiempo con Eri siendo solamente los tres, ni hablar de cuando sus alfas empezaron a ser buscados. Realmente para el y la pequeña había resultado algo frustrante. Ni hablar del pequeño berrinche realizado por la pequeña cuando uno de sus papás le dijo que empezaría a dormir en otra parte.

Esto termino en una pequeña plática entre los involucrados hasta ahora, acordando tener un día donde Izuku se liberaría de entrenamientos, citas y sus alfas se verían obligados a darle espacio a menos que el dijera lo contrario.

Este era uno de esos días y por "petición de la pequeña niña que pasaría el día con su madre, el se encontraba acompañándolos en camino a la casa del peliverde, pues finalmente había obtenido el permiso para llevar a Eri a conocer a su madre, siempre y cuando llevará con el a alguien más en caso de que sucediera algún problema. Su primer opción fue uno de sus alfas, Aizawa Shota pero la niña se negó pues aún estaba resentida por no dejarla dormir con el y su madre. Lo que llevo a Midoriya a revisar sus opciones, termino eligiendo a Tamaki para acompañarlos pero la niña nuevamente se negó diciendo que quería ir con Mirio.

El camino fue tranquilo, comprando unos dulces y víveres en el camino. ¿Con qué dinero? Digamos que tres de tus cuarto alfas actuales tengan una buena economía y su sentimiento de proveedor termino en una tarjeta a la que le depositaban dinero semanalmente para sus gastos personales. Sero también quería formar parte de ello pero después de una plática, el se haría cargo de ir a las compras y crearía un fondo aparte dónde ahorrarían para su futuro hogar. Si, ellos ya estaban pensando en su vida saliendo de la escuela.

Llegaron a la casa y entraron con la llave que tenía.

- Mamá ya llegamos- se anunció entrando al hogar dando paso a los dos invitados-

La pequeña nerviosa por conocer a su nueva abuela se ocultaba detrás de su "madre" quien le vio con ternura.

Quien también vio con ternura está acción fue Togata, justo cuando quería empezar a animar a la menor llegó la madre del menor.

- Izuku, querido que bueno que llegaste - sonrió alegre y se acercó a darle un beso en la frente-

- Hola mamá, traje a unas personitas conmigo-

La mujer se fijó en el peli rubio al que le dedicó una sonrisa y luego de fijo en la pequeña escondida detrás de su hijo.

- Ellos son Togata Mirio  y

- No es necesario que la presentes- dijo la mujer inclinándose - ella es mi pequeña nieta, Eri Aizawa - le dedicó un sonrisa a la menor para luego volver a levantarse- Mi nombre es Inko Midoriya - dirigió su mirada al mayor de los jóvenes- gracias por cuidar a mi hijo Togata-kun

- Es un placer - respondió el joven con una sonrisa un poco avergonzada- gracias por recibirnos en su hogar señora-

- Es un placer, pero no se queden ahí, pasen que tengo la comida preparada para los cinco-

- ¿Los cinco?- preguntaron ambos jóvenes

- Si, Toshinori quería ver a tus alfas fuera de la escuela para hablar con ellos - dijo con una pequeña sonrisa-

-Pero

- Sin peros joven Midoriya, como tu padre mi deber es revisar que tus alfas sean capaces de protegerte de la forma adecuada - respondió el hombre saliendo de la sala hasta la entrada con su forma musculosa en un intento de "intimidar" a cualquiera de sus yernos,- Joven Togata, espero este preparado para un entrenamiento intensivo si pretende quedarse al lado de mi hijo.

- ¡Claro que sí! -

- Yagi-san, usted no le puso nada de esto a Aizawa-sensei - se quejo el pecoso al ver a Toshinori listo para salir directo a realizar una prueba de resistencia-