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Capitulo corto.

La academia Shiketsu no tenía nada que envidiarle a la academia Yuei, a lo mucho se podrían quejar de la prohibición de las relaciones en su alumnado. Por eso el que aceptarán participar en la búsqueda de orejas para el chico fue, sorprendente. Se preguntaron cuántas influencia tuvo que mover el director para permitirlo.

El tiempo pasó volando, posiblemente ayudado por sus pequeños avisos previos de celo y la necesidad de llamar a sus compañeros.
Pronto tuvieron que detener su viaje, al parecer los nervios de un omega recién despierto y el no estar con sus compañeros le estaba pasando factura más rápido de lo esperado.

Lo único bueno de esto, fue que Inasa fue detectado cómo compañero y ayudo a Tamaki a mantenerlo calmado en el viaje devuelta a la academia. Tendría que volver pronto a sus clases pero se ocuparía para volver justo a tiempo para la época de celo.

Pensar que su marca temporal fue hecha de una manera tan inesperada le resultaba incómodo.

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Las pruebas con sus feromonas seguían, uno a uno los alumnos alfa del instituto pasaban y al no tener la reacción correcta eran despachados. El plan original de las pruebas fue alterado por la nueva ansiedad que pasaba el Omega. Esto también causó complicaciones a la hora de que los alfas captarán el aroma, ya que aunque no fuera su Omega, el instinto los llevaba a tratar de traspasar a los profesores y la puerta para consolar al chico.

Por suerte, ellos desistían una vez se les negaba el acceso y los dejaban un tiempo al aire libre. Unos cuantos fueron más afectados pero aún así no mostraban los signos de reacción esperados.

Tamaki por su lado, hacía todo lo posible por calmar a su compañero. Era doloroso no poder ser suficiente para su amor pero también comprendía que así funcionaba su instinto, no que su pareja no lo quisiera. Llegó al punto dónde el también añoraba la compañía de los demás alfas, Mirio y Ejiro en especial, posiblemente debido a su convivencia.

Las pruebas no eran tan rápido como la pareja quisiera, quienes solo deseaban volver a su "hogar" a la habitación en los dormitorios.

Esto llevo a un evento inesperado.

El aroma del Omega se empezó a filtrar por la academia y el caos se desató.

Los alfas, cayendo en instinto, corrían de un lado para el otro buscando el origen del aroma, esto incluyendo a los profesores. Los betas peleaban para mantener en control a sus amigos y compañeros, tratando de traerlos devuelta a sus cinco sentidos.

Todos saben que los alfas fuera de control son peligrosos.

Pero un alfa que detecta a su pareja destinada en "peligro" todavía más.

En frente a la habitación donde se escondía la pareja se encontraba una pelea. Los pocos alfas que se encontraban cerca parecía que se habían olvidado de sus dones y peleaban a puño limpio contra los profesores betas del lugar. Se escuchaban las voces grutales de los alfas clamando por obtener al Omega, empujando y mordiendo de ser necesario.

Parecía que pronto terminarían por tumbar la puerta pese a los esfuerzos de los betas caundo, como si de una película se tratara, el estudiante a héroe Inasa los mando a volar a todos golpeándolos con la fuerza suficiente contra la pared para dejarlos inconcientes. Los pocos que se resistieron fueron lanzados a lo lejos con un torbellino potente.

Lo único bueno es que la academia estaba equipada y tenía un grupo de médicos bien capacitados.

Los betas trataron de agradecer la ayuda cuando vieron al chico romper la puerta con un golpe potenciado con su don. El terror recorrió a los presentes. ¿Cómo justificar su falta de preparación para ésto? Más de una vez fueron advertidos que las hormonas de ese chico no eran comunes y ellos arrogantes, dijeron que podían manejarlo.

Yoarashi entro a la habitación y un grito se escuchó en el lugar antes de que fuera lanzado lejos por el otro alfa presente.

Inasa tenía sus labios cubiertos de sangre y Tamaki gruñía amenazante manteniendo a Izuku en sus brazos.

Ninguna palabra, solo instinto los manejaba.

Ojos brillantes como sangre que amenazaban de muerte a cualquiera que se acercará.

Inasa dio un paso adelante y Tamaki volvió a dar un gruñido de advertencia. Oculto entre sus brazos, un peliverde que parecía en shock veía la situación aterrado; sus ojos dorados mostraban la presencia del Omega quien trataba de recuperarse del ataque repentino.

Los segundos pasaban y nadie al rededor podía o quería respirar, temerosos de provocar a esos alfas.

Un ruido muy leve, un gemido suave de miedo fue todo antes de que ambos alfas empezarán a pelear. Uno con intención de proteger y el otro con intención de llegar al Omega. Nada de dones, instinto y fuerza bruta, mordidas que trataban de desgarrar la carne y someter al otro.

La sangre no tardó en brotar de las heridas y llegar a salpicar al Omega que no tardó en empezar a gemir llamando a sus parejas.

Gracias a eso ambos contendientes se detuvieron un momento y fue justo a tiempo para ver a un alfa idiota que no parecía pertenecer a la academia, tratar de alcanzar al pequeño en shock.

El muy idiota no tuvo tiempo de reaccionar antes de ser sometido al suelo por dos alfas furiosos que enterraron sus colmillos en el.

Solo entonces, ante la imagen de los dos alfas protegiendolo, Midoriya volvió en si y detuvo alos chico, calmando sus hormonas con una ampolleta que lo dejo inconsciente en poco tiempo.

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Lo bueno es que la academia mando a alguien quien podía "manipular" y gracias a eso el incidente paso como un experimento que salió mal y el intruso de la academia resultó ser un violador de género alfa. Suerte que no había Sido un estudiante y las mordidas fueron tomadas como defensa de pareja. De otra manera ambos, Tamaki e Inasa hubieran tenido que ir al juzgado.

Tal vez la influencia de los héroes también tuvo que ver pero, nada que fuera necesario mencionar al Omega.

El secreto de la academia YueiDonde viven las historias. Descúbrelo ahora