6

92 18 0
                                    

Se demoró esta vez. A los diez días, Joshua entró arrastrando una pierna.

-          No pasó nada - le dijo mirando al suelo.

-          Sacate los pantalones Josh, quiero ver a dónde estás lastimado, si es la pierna o la cadera- lo apuró-. ¡estás rengueando! Vamos a ver...

-          No… no hace falta, estoy bien- fue directo hacia la mesa con la comida- enseguida se me pasa.

  Tenía el pelo más sobre los ojos que de costumbre y se sentó alejado del fuego. Victoria se le fue encima y le corrió el pelo de la cara sin previo aviso para dejar a plena vista el ojo morado, la nariz con sangre coagulada y el corte en la comisura de los labios.

   Él bajó la vista sin emitir el menor sonido.

   Lo tomó de la mano decidida y se lo llevó a la rastra hacia la luz . Comenzó a sacarle la ropa para ver los moretones que tenía en los distintos rincones de su cuerpo. Él continuó en silencio, estaba hundido en una vergüenza absoluta y ella lo percibió al instante.

  Le habló muy enojada, como nunca lo había hecho hasta aquel momento. Parecía que ella también iba a pegarle.

-          No voy a permitir de ningún modo que sientas vergüenza por lo que te hace ese hijo de puta al que vos insistís en llamar “padre”- hablaba indignada, fuera de sí, mientras contabilizaba las marcas que le había dejado esta vez- .¿Por qué no lo parás? ¿Por qué no le pegás un palo en la cabeza y ¡chau!?¡Sos grandote y fuerte! Lo que te hace... ¡¡ESTÁ MAL JOSH!!

  Él seguía mudo, escuchaba todo y se dejaba revisar sin una queja, aguantaba los sacudones que le daba Victoria al desvestirlo, no registraba el dolor que le provocaban sus bruscos movimientos, estaba furiosa.

  Al fin, lo presionó sin lugar a réplica:

-          Me vas a decir ya por qué te da semejantes palizas. Ya me di cuenta que lo hace una vez al mes-  Joshua la miró sorprendido-. ¡Por supuesto que noté la frecuencia! Me vas a decir ahora mismo, por qué ese hijo de puta te muele a palos una vez por mes… siempre parece ser después de mí…

  Se quedó pensando al escucharse a sí misma. Lo que se le estaba ocurriendo era demasiado tremendo para ser cierto.

-          ¿Tiene algo que ver mi período con…?

 Él intentó pararse pero se chocó con el cuerpo de Victoria que se interponía y se golpeo justo en las costillas, donde había recibido los golpes más fuertes. El dolor lo dobló y Victoria lo ayudó a recostarse junto al fuego, entre sus brazos que lo sostenían ahora amorosamente. Aquel sufrimiento agregado la desbordó, comenzó a llorar y a suplicarle:

-          ¡Te lo ruego Josh, tenés que confiar en mí y decirme por qué te pega! ¡Se que yo tengo que ver y no puedo soportarlo! ¿No te das cuenta?

  Victoria ya no pudo contenerse y lo besó en cada rincón de su hermoso rostro. Logró detenerse antes de besarlo en la boca.

  Él se esforzaba por no responder a esa pregunta.

-          Es mejor si no sabés algunas cosas Vic… es mejor…- estaba tan triste, tan afligido.

-          No Josh, no es mejor. Nada es mejor que la verdad. Con la verdad, los dos podemos encontrar una solución a…

  Sus miradas se encontraron y, por primera vez, ella lo vio llorar.

-          Nada de esto tiene solución. Hay que dejar las cosas así. Siempre me golpeó, solo que ahora vale más la pena soportarlo.

El enlazador de mundos ®Donde viven las historias. Descúbrelo ahora