Faltaba un mes para que el otoño llegara aunque, en aquel lugar, no se notaban mucho los cambios de estaciones; al parecer siempre hacía frío, frío y más frío. Ese día, el veinticuatro de febrero, Joshua volvió golpeado nuevamente. Victoria lo notó ni bien entró, él llegaba cuando todavía había algo de luz. Tenía un círculo morado alrededor de su ojo derecho además de unos cortes en las mejillas, eso, a simple vista.
Entró sonriendo como si nada. Eso la mataba. No podía soportar verlo reír y estar lastimado al mismo tiempo. En el mundo real, no son dos conceptos que se asocien: el maltrato y la alegría; el dolor físico y la sonrisa. Josh se comportaba de aquella manera con total naturalidad, por lo menos desde que había llegado ella.
- ¡Mirá lo que traje!
Sacó de debajo de su camiseta unas revistas viejas, las tapas de algunas se habían manchado con sangre.
Victoria le sonrió dulcemente y, mientras él le mostraba las revistas hoja por hoja, comenzó a sacarle la ropa. Joshua no las soltaba ni le sacaba la vista de encima. Ella, ya acostumbrada, evaluaba las consecuencias de la golpiza: tres hematomas en el vientre, sin dudas por patadas y cinturonazos en la espalda, iban hacia sus glúteos por lo que le bajó el pantalón para confirmarlo. Estaba en lo cierto. Tenía sangre en los golpes de más abajo, seguramente por haber luego montado a caballo.
- “U na mu jer se rá la pre si de n ta de los ar gen ti nos”
Deletreaba al mismo tiempo que Victoria buscaba el agua, jabón y un paño limpio para higienizarlo.
- ¿Qué es una presidenta?
- El presidente es la persona que manda en todo un país– le limpiaba las heridas y él no emitía ni un solo quejido –. Cuando manda una mujer, es una presidenta.
- ¿Qué es un país?
Terminó de limpiarlo y le subió mecánicamente el pantalón gastadísimo que llevaba. Antes de agarrar la camiseta limpia, tomó el mapa que había hecho hacía un par de meses y se lo alcanzó.
- ¿Te acordás de Buenos Aires y de la cordillera?
- Sí.
- Bueno,- señaló la silueta de Argentina que había esbozado en aquel momento-. Todo esto es nuestro país, se llama Argentina. Y esta señora…- señaló la foto en la revista para enseguida pasarle la camiseta por la cabeza- … es nuestra presidenta.
- Pero acá dice: “se rá”- se detuvo cuando Victoria le sacó la revista de las manos para que se ponga la camisa de frisa-. Quiere decir que todavía no es…
Entonces ella tomó la revista y le mostró la fecha:
- Este número dice cuando la publicaron, cuando la escribieron, ¿ves? 25 de julio de 2007…
Victoria se entristeció al ver la fecha y él se dio cuenta.
- ¿No te gusta que esta mujer sea la presidenta de Argentina?
Se lo comió con la mirada. No podía ser tan lindo, dulce, desprotegido y valiente. Justo hoy, con lo lastimado que estaba, no merecía saber que ella había recordado lo feliz que había sido en julio del 2007. Había cumplido veintiún años, su mayoría de edad por eso cambió de tema.
- Estuve pensando muy seriamente en lo de tener un hijo Josh…
Él ladeó la cabeza y le mostró su mejor sonrisa de niño adorable.
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El enlazador de mundos ®
Science Fiction“Bienaventurado el que lee, y los que escuchan las palabras de esta profecía, y los que observan las cosas en ella escritas, pues el tiempo está próximo.” ...