Alejandro había terminado al fin con las transacciones bancarias que lo tenían demorado en Bariloche. Retiró todos sus ahorros, compró lo que necesitaría y estaba listo para reunirse con sus amigos otra vez. Por suerte se le ocurrió hablar con Jonte antes de viajar hasta Santa Cruz. Con Graciela no había logrado comunicarse en los últimos días.
El policía le contó que todos se habían marchado con mucha prisa pero que no sabía bien hacia dónde; que, después de una reunión en el despacho del juez no habían regresado al pueblo.
Habló con el juez entonces. Este le dijo que los estaba haciendo buscar por cielo y tierra, que lo más serio era que hubieran desaparecido de aquel modo. Que necesitaba verlo en persona ya que la causa había tomado un nuevo giro y que él debía declarar.
Alejandro no podía creer lo que escuchaba. No sabía si tenía que regresar como le pedía el juez o marcharse y esperar que sus sueños le señalaran el camino a seguir.
Indeciso y con la noche cerniéndose sobre él, se metió en su flamante adquisición: un magnífico motor home de última generación. Tenía plaza para seis personas, tres cuartos totalmente independientes, baño, cocina, comedor, estar. Hasta garaje tenía. En él entraba un pequeño auto o un par de motos. Había una en aquellos momentos, también la había comprado en Bariloche.
Se preparó un té y decidió acostarse. Las dos noches anteriores no había soñado y eso lo tenía muy preocupado, se sentía como abandonado y extrañaba desesperadamente a Caniaiesh. La infusión le cayó de maravillas y, luego de una buena ducha, se acostó en la cómoda cama de dos plazas. Se durmió casi inmediatamente.
Estaba sentado al lado de Diiesh junto a lo que parecía una especie de lago amarillento y brilloso. No había viento y, algunas nubes rosadas, ocultaban parte de los dos soles de aquel bello firmamento turquesa.
“Algo inesperado ha sucedido.”
Diiesh, como siempre, le había hablado dentro de su mente
- ¿Inesperado? Para mí es inesperado no soñar, no ver a Caniaiesh. ¿Dónde está ella? ¿Por qué hace tres días que no vienen hacia mí ninguno de los dos?
El alto muchacho de ojos color esmeralda y piel blanca verdosa que le rozaba el brazo percibiendo las vibraciones que generaban sus pensamientos, le respondió:
“Hubo una reconfiguración energética muy importante en tu Planeta. Estamos muy atareados con eso. Es de fundamental importancia que encuentres a Cimi, Kaban y Lamat. Deben desplazarse porque es peligroso para la estabilidad de tu mundo que se queden donde están.”
- No entiendo. ¿Cuán grave podría ser estar en un lugar u otro en mi Planeta?
“Hay lugares en la Tierra, debido a su frecuencia vibratoria, que son más aptos para dar saltos cuánticos, por eso pueden funcionar como portales interdimensionales. Los de nuestra especie, sobre todos los que son inexpertos en el manejo de la energía, pueden desequilibrar estos centros vibracionales y provocar un accidente sin darse cuenta, de modo involuntario.”
- Me decís que Joshua está con su familia en uno de estos lugares.
“Cerca. Muy cerca de uno de ellos. Debés alejarlos de allí. Caniaiesh y otros camaradas están trabajando para que no ocurra algo que todos lamentaríamos. Pueden sostenerlo solo por un tiempo en la distancia. Por eso es necesario que vos los apartes cuanto antes.”
- ¿Dónde están?
“Nos es imposible precisar un lugar desde acá. Podríamos mostrarte el sitio pero no creo que te sea útil.” Tendrás que averiguarlo vos mismo, ¡Y con suma rapidez!”
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El enlazador de mundos ®
Science Fiction“Bienaventurado el que lee, y los que escuchan las palabras de esta profecía, y los que observan las cosas en ella escritas, pues el tiempo está próximo.” ...