Salieron hacia Las Heras tan solo una hora después del encuentro entre padre e hijo. La doctora Graciela Pappalardo se había despedido de su familia explicándoles que tenía algo urgente que hacer y no podría acompañarlos al aeropuerto.
- ¡Cuidá de ellos muy bien!- Micaela le había sonreído comprensiva para agregar enseguida- te necesitan más que nosotros ahora. ¡Nos veremos… aunque tal vez no tan pronto como quisiéramos!
La mujer se dio cuenta que estaba perdiendo su capacidad de asombro. Al parecer, todos sabían más que ella de lo que sucedía a su alrededor.
El baúl del auto iba repleto de cosas varias, desde algunos alimentos hasta ropa, elementos de higiene básicos, libros… Pero lo más importante eran los papeles que iban a buscar. Se los tendrían que arrancar al mismísimo Juez Lombardero.
Graciela entró al despacho y se sentó con la tensión correspondiente a lo que estaba a punto de hacer. No había otro camino. Era la única forma de tener cobertura legal para ir con la joven pareja y su beba sin que la ley volviera a ponerles trabas en aquella huída que estaban emprendiendo y que, no sabía dónde ni cuándo terminaría.
- Hay algo que tengo que contarte Jorge.
Él se la quedó mirando expectante y algo molesto. Enseguida le preguntó:
- ¿Qué pasa Graciela? Estás muy… tensa. Sé que presenciaste el careo entre Joshua y el psicópata del padre. ¿Es sobre eso que querés hablarme con tanta urgencia? ¿Nos equivocamos en algo?
La psiquiatra sonrió negando con la cabeza. No sabía ni siquiera por dónde empezar. Victoria le había dicho que sería mejor si ellos estaban presentes pero Graciela había querido hacerlo sola en principio, por esa razón, la familia estaba en la ante sala. Ahora ya no estaba segura de que hubiera sido la mejor idea.
Respiró hondo y largó el rollo.
- Vos me conocés bien desde hace muchos años. Necesito que confíes en mí ahora porque tengo que pedirte un favor y, te aseguro, será mejor para todos si no hacés preguntas.
La miró extrañado y la interrogó con desconfianza:
- ¿Qué cosa necesitás con tanta desesperación?
- Preciso llevarme ya documentos que certifiquen que Joshua y su familia son… mi familia…
La miró como si estuviera desquiciada.
- ¿Qué me estás pidiendo Graciela? Vos tenés una familia…
- …que está partiendo en estos momentos a Buenos Aires e, inmediatamente desde allí, volará a Francia para no regresar.
- No entiendo bien… creo yo…
- Sí, entendés bien. Necesito documentos para Victoria, Joshua y Alba. Documentos que los identifiquen como familia mía.
El juez se puso de pie y la miró con cara de “estás totalmente loca”.
- Creo que es mejor que te vayas y hagamos de cuenta que no mantuvimos esta conversación. Tenés la tutoría de Victoria Pilmar y de su beba hasta que aparezca la madre biológica. Joshua es mayor de edad y…
La mujer se pasó ambas manos por la cara, tomó valor y habló:
- Ellos no son lo que parecen. Los están buscando para hacerles mal, mucho mal.
El juez volvió a sentarse. Se dio cuenta que ahora sí su amiga, la que conocía desde hacía más de treinta años, estaba siendo sincera con él.
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El enlazador de mundos ®
Science Fiction“Bienaventurado el que lee, y los que escuchan las palabras de esta profecía, y los que observan las cosas en ella escritas, pues el tiempo está próximo.” ...