Todo es risas y felicidad. Grace y Carol están felices por mi regreso, se han esforzado por preparar un almuerzo delicioso, ¡hasta decoraron la mesa!, realmente me han debido extrañar mucho, este recibimiento es demasiado exagerado. Me concentro en los platos esparcidos en la mesa, han preparado comida como para un batallón.
Estoy a punto de agarrar unas costillitas a la BBQ que se ven de infarto cuando Grace hace un sonido con la garganta y me señala el plato de sopa que no he terminado.
—No te paras de esta mesa hasta que hayas terminado la sopa de tomate.
—Odio el tomate, odio la sopa —busco a Carol con la mirada esperando su apoyo, pero me ignora totalmente y se va del comedor.
Traición.
—Entonces no comerás de los otros platos, así de sencillo —sonríe mientras corta una de las costillitas que agarró—, y si lo haces te la verás con la chancla.
Gruño de frustración, ha ganado, nunca se es lo suficiente mayor como para no temerle a la condenada chancla.
Son mortales. Temerosas. Son armas dignas de darte de baja.
Tomo la sopa a regañadientes y mi padre empieza a conversar sobre Marvella, me explica lo mismo que vi en los papeles, dice que Grace no quiere estar al frente de una empresa, solo desea paz y disfrutar del dinero, además, planea convertirla en una accionista mayoritaria.
— ¿Es realmente lo que deseas? —le pregunto a Grace ignorando completamente el discurso de Anderson—, has luchado por posicionar a Marvella, tú sola, has creado tu propia independencia.
—Anderson tiene razón —su mirada es sincera—, todo lo que ha mencionado es lo que deseo, lo pensé por mucho tiempo y estoy completamente decidida a dejar ir a Marvella, ni siquiera le he prestado la atención necesaria.
Asiento, si es lo que ella quiere no tengo porque debatir.
—Ya te convenciste de que no soy un monstruo que quiere robarle todo a tu mamá —bromea Anderson.
—Sigues siendo un monstruo, pero ya estoy más tranquila por el lado de Grace —le sonrío con altanería y Grace ríe, noto que no le agrada el comentario de "monstruo" pero no replica, sabe que cuando estamos con mamá no me puede decir ni mu, no soy la única que le teme a la chancla.
—Okey, como te mencionaba... —y continúa hablando del tema.
Mi relación con Anderson es mucho más llevadera y respetuosa desde que Grace lo obligó a asistir a terapia, todavía tengo mis dudas de si asiste o solo finge hacerlo; sigo odiándolo de a ratos, no soporto su forma de ser y pensar, pero al menos ya no hay violencia de ningún tipo, también ayuda el hecho de que mis ganas de luchar se esfumaron, ahora solo obedezco.
—Necesitamos un análisis exhaustivo de la situación de la empresa, alguien debe recorrer las oficinas, entrevistar a los trabajadores y comentarles sobre los próximos cambios, además, son muchos contratos de confidencialidad los que debemos redactar —opino mientras agarro por fin las costillitas.
ESTÁS LEYENDO
Las reglas para amarte | 2.0
Teen FictionSegundo libro de las reglas del deseo Hay primeros amores que no son los destinados para ser los últimos. Hay corazones que merecen vivir rotos por haber lastimado a otros. Hay personas que están mejor separadas, pero que el destino decide juntarlas...