Segundo libro de las reglas del deseo
Hay primeros amores que no son los destinados para ser los últimos.
Hay corazones que merecen vivir rotos por haber lastimado a otros.
Hay personas que están mejor separadas, pero que el destino decide juntarlas...
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Fotos en redes sociales. Mi peor pesadilla.
Estoy escogiendo algunas fotos antiguas de la galería que me sirvan para estos días, sé que en poco tiempo tendré a mi padre pidiéndome que sea más activa en redes sociales, fue un consejo que le dieron los de relaciones públicas, ni siquiera pregunté al respecto, solo asentí y acepté.
Suelo publicar cosas sobre mi vida perfecta o junto a mi prometido perfecto, ambos somos la pareja del año, nuestros rostros están en todas las revistas de cotilleos gracias a nuestro compromiso, mi padre está feliz, los accionistas están felices, el público está feliz, yo también debería de estarlo y me duele no poder sentirme así.
Mi relación con Marcos es, o, mejor dicho, era extraña, él es un buen hombre para mí, es inteligente, sabio, sensato, me comprende a la perfección, a veces me asusta lo mucho que me entiende, la mayor parte del tiempo es muy serio y calculador, pero siempre que me ve en situaciones difíciles es extremadamente cariñoso. Sus prioridades son las mismas que las mías, primero viene Kn, y después todo lo demás.
Camino hacía mi escritorio y abro el cajón, hay dos objetos uno al lado del otro, la cajita con mi anillo de compromiso y el collar que me regaló Damián, fue buena idea haberlo guardado para no mojarlo con el agua de la piscina, hubiese sido demasiado humillante que él se percatara que lo tengo puesto.
Me coloco nuevamente el collar y me aseguro de meterlo debajo de la camiseta rosa ancha. Ha pasado una hora desde lo sucedido en la piscina y me hierve la sangre solo de recordarlo; me he dado un baño relajante para despejarme y me siento más alterada que nunca.
Quiero anuncias la ruptura de mi compromiso con Marcos lo más pronto posible, sé lo que causará mediáticamente y es posible que a mi padre le cause un infarto, pero cumpliré nuestro trato, esperaré al momento adecuado. Saco el anillo de la caja y lo observo, es precioso, un diamante grande rodeado de algunos más pequeños.
Me coloco el anillo en el dedo anular de la mano izquierda y de repente se me ocurre una idiotez, agarro el celular, abro la cámara, enfoco y tomo una foto que inmediatamente posteo en Instagram. Tengo varias razones para hacerlo: Necesito estar activa en redes sociales, y nadie debe sospechar que terminé con Marcos, pero principalmente lo hago para ver si a Damián le afecta un poco, quiero despertar alguna emoción en él sea positiva o negativa, solo así sabré si me estoy esforzando en vano o no.
Me saco el anillo como si me quemara y lo guardo en su cajita, cuando estoy dejándolo encima del escritorio recibo una llamada de Grace, no planeo contestar, no estoy de humor, estoy segura de que será algún comentario sobre la foto que subí, tiro el celular a la cama y pretendo ignorarlo por un largo rato.
De repente, la puerta se abre y el sonido de esta chocando con la pared me perfora los oídos, grito del susto y retrocedo de un salto. Mis ojos abiertos y sorprendidos se fijan en Damián, está igual que cuando lo vi hace más de una hora.
