36. A veces me ahogas

8.3K 450 49
                                    

Se me salieron un poquito las lágrimas en este capítulo :(

Aprieto la tarjeta y se me quedan marcadas las líneas en las manos, me siento perdida, estoy en un lugar que no conozco con gente que no me conoce, y me siento en paz, pero también un poco triste, estos planes los disfrutaba con Alex y Laura

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Aprieto la tarjeta y se me quedan marcadas las líneas en las manos, me siento perdida, estoy en un lugar que no conozco con gente que no me conoce, y me siento en paz, pero también un poco triste, estos planes los disfrutaba con Alex y Laura. He intentado borrarla de mi cabeza todos estos años, no quiero recordar lo bueno porque inmediatamente se empaña con todas las traiciones.

Hago una lista mental de lo que necesito, sé que nuestros recursos son limitados y no planeo despilfarrar el dinero, evito cualquier almacén de marca que conozca y me dirijo a los que a mi parecer deben ser más económicos, es difícil pensar en cuánto es mucho y cuánto es poco, jamás tuve limitaciones a la hora de comprar.

Entro en algunas tiendas y no me convence lo que ofrecen, quiero un vestido para que así solo deba comprar una prenda y no gastar tanto dinero, me quedo inmóvil cuando veo los exhibidores de un almacén de lujo en el que no planeo entrar, un maniquí tiene un vestido vino tinto con tiras delgadas, es largo y con una abertura hasta el muslo, es precioso.

Niego con la cabeza y continuó mi camino, entro en varios lugares, comparo precios, calidad, estilos y nada me enamora, termino frustrándome. Entro en una tienda de maquillaje económico, son marcas que no conozco, sé que son versiones piratas del maquillaje de marca, solo espero que no me de alergia.

No me inspiro mucho, solo compro polvo, labial y una paleta de sombras con cuatro colores tierra, aunque el baby shower será en una finca, Camilo nos dijo que todos irían muy elegantes porque su hermana colocó temática de baile de graduación, al parecer ella nunca tuvo uno y siempre fue su sueño celebrarlo. Suspiro agotada, creo que usaré uno de los dos vestidos oficinistas que tengo.

Miro el reloj en mi muñeca y me doy cuenta de que ya pasó la hora, termino de pagar los productos. Me dirijo hacía el lugar que habíamos acordado, queda en el otro extremo del centro comercial así que corro, quiero irme de aquí lo más rápido posible, estoy frustrada.

Llego al banco y reviso nuevamente el reloj, ya han pasado quince minutos de la hora acordada y Damián nada que ha llegado, frunzo el ceño y me siento, debe estar decidiéndose en los libros que comprará.

—Ya han pasado muchos días Amanda, me pregunto cuando recapacitarás —su voz se cuela en mis oídos y me levanto rápidamente.

— ¿Cómo... cómo nos encontraste? —me falla la voz, escucho sus pasos acercarse. No volteo, no me muevo, no quiero verlo.

Pensé que estaría a salvo, deseaba que jamás nos encontrarán, pero sabía que tarde o temprano lo harían, solo que... jamás imaginé que fuera tan pronto.

—Tu capricho es demasiado inocente, hizo un débil esfuerzo por esconderte.

—Él no es mi capricho —lo defiendo, los ojos me empiezan a picar, aprieto las manos en puños a los costados—, si nos encontraste tan rápido es que no estás muy metido en la legalidad, espero que no te estés buscando una demanda.

Las reglas para amarte | 2.0Donde viven las historias. Descúbrelo ahora