4. Todavía no lo amas

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Beso en la frente, eso es lo que me da, un tierno beso en mi hermosa frentecita

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Beso en la frente, eso es lo que me da, un tierno beso en mi hermosa frentecita.

Por eso me encanta estar con él, jamás me ha presionado a dar más de lo que no puedo. Marcos no conoce toda la historia, pero sabe lo suficiente, me enamoré y me destruí en el camino.

Mi extraña relación con Damián fue demasiado intensa para ser olvidada, a veces pasamos media vida buscando el amor para pasar la otra media vida intentando superarlo. Jamás podré amar a Marcos porque mi corazón sigue siendo el mismo de hace tres años, y a él no le importa, él no quiere mi corazón, solo mi compañía, mi apoyo, mi cariño, se conforma con lo mismo que me conformo yo, por eso funcionamos tan bien juntos.

Cuando nos conocimos éramos serios, reservados y hasta nos caíamos un poquito mal, ambos competíamos como perros por la aprobación de nuestro dueño, pero las largas horas de trabajo en las que pasábamos juntos nos unieron.

Nuestra relación fue más allá cuando me encontró una noche llorando sola en mi oficina mientras veía en la pantalla del celular a Damián besándose con una chica en su cuenta de Instagram, y aunque él no tenía ninguna relación sería con nadie, siempre volvía con ella.

Me di cuenta de que él me había superado y yo seguía estancada recordando una relación que nos había destruido, sentía rabia, impotencia y lógicamente, un corazón roto

Valery. Así se llamaba la chica.

La misma que una vez leí en el diario de Damián, la misma que fue su primer amor, que lo usó, que según él era una desconsiderada. Si, esa misma.

Esa noche lloré sin detenerme, tanto que me faltaba el aire y casi me ahogo con mis sollozos, el pánico estaba superándome, había entendido que jamás volvería con él, que lo nuestro realmente tuvo un final horrible que jamás podría cambiar. Marcos estaba desesperado y me besó para calmarme. Su beso me desubicó, pero me calmó y después, me miró a los ojos por un breve momento antes de abrazarme; quería sentirme querida de nuevo, protegida por alguien, necesitaba superar mi dolor de alguna forma y él estaba allí.

—Amanda Kane, hasta aquí ha llegado nuestra cita —la sonrisa de marcos es muy bonita, siempre me ha gustado.

Me tiene rodeada la cintura con sus brazos. Cualquiera diría que yo soy una estúpida, ¿Cómo tengo a semejante hombre a mi disposición y no puedo pasar una loca noche de orgasmos con él? ¿Por qué me siento culpable cada vez que nuestros labios se rozan?

—Gracias, estuvo rica la comida —le devuelvo la sonrisa.

Nos miramos a los ojos tranquilamente, no me quiero mover, estoy muy cómoda entre sus brazos, ¿Por qué no puedo amarlo? Es tan fácil estar con él, podemos salir a la calle sin ser juzgados, no tenemos que escondernos. Él me puede hacer feliz.

—Me gusta mucho como se ve —con sus dedos juguetea con mechones de mi cabello.

— ¿Sexy? —bromeo y le guiño un ojo, él me acerca más a su cuerpo y yo lo permito.

Las reglas para amarte | 2.0Donde viven las historias. Descúbrelo ahora