Segundo libro de las reglas del deseo
Hay primeros amores que no son los destinados para ser los últimos.
Hay corazones que merecen vivir rotos por haber lastimado a otros.
Hay personas que están mejor separadas, pero que el destino decide juntarlas...
Recuerden que tengo más obras escritas en la plataforma. Está Corazones cruzados que es picante y cachoneo puro y Tentando al ángel que es fantasía con un hombre que uf, definitivamente las enamorará.
Las adoro. Recuerden comentar mucho. Bye.
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—Debemos cuestionar las decisiones tomadas en privado por el señor Kane. Sabemos sobre las habilidades de la señorita Amanda, pero conocemos perfectamente que no está preparada para dirigir un proyecto de esta magnitud, y menos cuando su padre se encuentra hospitalizado y el futuro de dos empresas cae sobre sus hombros —respingo cuando el hombre que está hablando golpea su palma en la mesa, varios asienten apoyándolo.
—Anderson Kane es un hombre lógico, ambos estamos seguros de que Amanda es la mejor opción para liderar este proyecto —lo interrumpe Marcos, está erguido en su silla con ambas manos cruzadas entre sí, su porte es recto y profesional.
Esta reunión está siendo un auténtico dolor de cabeza para mí, desde que llegué he estado completamente desubicada, la junta de Marvella la conforman quince personas que no conozco de nada, más la de Kn que vemos por una pantalla que tiene otras quince personas. Sin omitir que soy la única mujer en las dos salas.
Hemos pasado de los gritos y algarabías, al orden y la ofensa disimulada. Se están discutiendo dos temas sumamente importantes, sobre mi gestión en el proyecto y sobre quién se encargará de Kn y Marvella mientras mi padre está enfermo. Se han centrado únicamente en debatir sobre mi liderazgo en la adquisición para que sea lógico que si no puedo llevar algo tan sencillo mucho menos lo haré con dos grandes empresas.
—Anderson Kane se encuentra en estos momentos hospitalizado —dice otro hombre de Marvella, son los que más hablan—, no estamos de acuerdo con la elección de colocar a la señorita Amanda a la cabeza de algo tan importante. Y, eso es solo la punta del iceberg.
—Exacto —interrumpe otro miembro de Marvella, me duele la cabeza con tantos rostros desconocidos hablando como si me conocieran—. Y sin tocar el tema más importante, ¿Quién tomará la cabeza de ambas empresas mientras el director se encuentra hospitalizado?
—Ya hemos conversado sobre eso apenas iniciamos la reunión —Marcos parece tranquilo, miro la pantalla y lo detallo, intenta controlarse—, la señorita Kane y yo estamos comprometidos, soy la mano derecha de Anderson Kane y tengo el permiso de todos los miembros de la familia para tomar el poder.
—No están casados —le replican—. Legalmente no es un miembro de la familia.
Marcos se recompone en su silla, ya me ha mandado varios mensajes pidiéndome que me quedara callada, pero ya estoy cansada de esta situación, estos inútiles hablan como si no estuviera presente. Estoy aquí para defenderme, no para luchar, no dejaré que ninguno de estos imbéciles controle lo que es Anderson, si no puedo hacerlo yo, mucho menos ellos.
