Recuerden comentar mucho y pronto les traeré otro cap :p
Damián conduce, yo voy en el asiento del copiloto y Camilo está detrás de nosotros, el silencio solo dura un par de minutos porque Camilo empieza a bromear y nos cuenta varias anécdotas de su vida, sin embargo, después de unos minutos de risas y diversión, toca un tema que silencia cualquier carcajada de mi parte.
—Y sobre ella...
No tiene que decir quién, yo sé de lo que habla y al parecer Damián también ya que sus nudillos se colocan blancos mientras aprieta el volante con ambas manos.
—No hablemos de eso —interrumpe Damián evidentemente disgustado.
—Sé que no es momento, sé que no debería.
—Entonces no lo hagas —responde Damián secamente, yo solo me quedo callada escuchando su discusión.
—Ella está arrepentida por lo que hizo, no fue su plan, ni enteramente su culpa, no me quiso dar detalles, pero sonaba realmente mal.
—Camilo, cambia el tema.
—No somos los amigos perfectos, pero estuvimos cuando el otro más lo necesitaba, ella es inestable emocionalmente, teme aparecerse en algún lugar donde te encuentre, ya sé que te mudaste y eso, pero ella no lo sabe, deberían hablar, estoy seguro de que pueden solucionar sus diferencias.
—Quiso lastimar a una de las personas más importantes para mí, eso no tiene perdón.
—Tienes razón, mejor cambiaré el tema, contigo últimamente no se puede conversar.
Y se hace el silencio, me remuevo en el asiento y enciendo la radio para alivianar el ambiente, la verdad es que no quiero hablar de esa chica, lo que me hizo fue horrible, no tiene explicación, pero entiendo a Camilo, ellos eran amigos desde mucho antes que Damián me conociera y por un conflicto en el que yo estoy involucrada se han roto todos los lazos de amistad, es más, llegué a un punto en el que pensé que eran una pareja seria, ya me los visualizaba en un par de años cruzando el altar.
—Se me olvidó pasarte esto, ya lo configuramos —dice Camilo y me pasa una caja de celular, la agarro y la abro, no quiero un celular, pero me dije a mí misma que dejaría de encerrarme en una burbuja, necesito saber qué está pasando con Anderson.
—Gracias.
—Necesitamos estar comunicados —interrumpe Damián—, no puedes tardar más de 10 minutos llamando a tus amigos o a mi madre, tampoco puede ser tan seguido, Grace ya sabe, pero es bueno que le recuerdes tú también que no puede pasar ese número a nadie.
Asiento porque no tengo nada que decir. Ya no tiene sentido ser cuidadosos con nuestra ubicación, Marcos debe saber hasta dónde estamos en este preciso momento. Creo que no soy la única que intenta encerrarse en una burbuja, ambos estamos negando lo evidente y eso solo nos hará más daño.
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Las reglas para amarte | 2.0
Teen FictionSegundo libro de las reglas del deseo Hay primeros amores que no son los destinados para ser los últimos. Hay corazones que merecen vivir rotos por haber lastimado a otros. Hay personas que están mejor separadas, pero que el destino decide juntarlas...