NEVER FORGET YOU

LXXIII

— ¡Buenas noches! — pronunciaron sus compañeros antes de subir las escaleras e ingresar a sus habitaciones.

Aunque Todoroki no logró escucharlos.

Estaba demasiado absorto en su propio mundo, que ni siquiera se percató que era la única persona en la sala.

Sus pensamientos y el inquebrantable silencio eran su única compañía; además de una hoja de papel, que informaba su puntaje en las pruebas de la licencia de héroes.

— Maldita sea. — susurró, dejando que la oscuridad hiciera desaparecer su voz, trémula por el cansancio y la decepción.

Todo por lo que había luchado...
Todo su esfuerzo y el extenuante entrenamiento...
Todo había sido en vano.

Y la culpa era solamente suya.
Él lo sabía.

Así que lo único que podía sentir en ese momento era: decepción de sí mismo. Y ni quería pensar en lo que le diría su padre al enterarse que había fallado. Le dolía la cabeza de solo imaginar sus gritos y reclamos. Y suficiente tormento le estaban causando sus propios pensamientos para agregar otra preocupación a su lista.

— ¿No puedes dormir?

Shouto levantó la cabeza inmediatamente al oír aquella voz, dirigiendo una mirada sorprendida al rostro de la muchacha que apareció repentinamente frente a él.

— Ya es tarde. — dijo la chica de ojos verdes, sin cambiar la expresión de fatiga y molestia que se había apoderado de sus facciones desde días anteriores.

Pero Todoroki, de manera inconsciente, soltó un suspiro triste y cansado; y bajó la mirada nuevamente a la hoja de papel que sostenía entre sus fríos dedos.

— Iré a dormir pron- Oye...

Shouto se sobresaltó al sentir las manos de Lisa apoderándose de los resultados de su examen.

— ¡E-espera, Lisa!

Y mayor fue su asombro cuando esas mismas manos arrugaron aquel papel que solo le recordaba su reciente fracaso.

— ¿Por qué... — Shouto dejó la pregunta en el aire, sin esforzarse siquiera en terminar la frase; estaba de más hacerlo, y, sin embargo, Lisa le dió una respuesta.

— Esto no va a definir la clase de héroes que seremos. — pronunció con el ceño fruncido, mientras arrojaba la bola de papel arrugado a la basura.

Y aunque a primera vista pareció que Hayami Lisa estaba muy segura y firme de sus palabras; Shouto descubrió que, en realidad, ella también trataba de convencerse que así serían las cosas.

— O eso intento creer. — confesó Lisa, dejando su cuerpo caer sin delicadeza en el sillón, justo a unos metros de Todoroki. — Lo cierto es que, en estos momentos, ni siquiera sé si quiero seguir siendo una heroína.

Shouto giró a verla por la sorpresa que le provocó sus palabras, mas no dijo nada.

— Así que... Supongo que debería dejar de preocuparme por eso. — suspiró con agotamiento, llevando una mano a su rostro para cubrirse los ojos. — No me importa.

— Estás mintiendo.

Lisa no despejó su mirada de sus manos, y menos se atrevió a mirarlo.

— Estás asustada por lo que pueda suceder, ¿No es cierto?

Hayami siguió sin dirigirle la mirada; y por un instante, Shouto pensó en detenerse, porque no habían olvidado la discusión que tuvieron días atrás.